La repentina muerte del actor Cameron Boyce el pasado sábado provocó una gran conmoción por la juventud del intérprete, de tan solo 20 años, conocido por sus trabajos para Disney Channel en series como 'Jessie' y las películas de 'Los descendientes'. El día del fallecimiento, su familia lanzó un emotivo comunicado en el que explicaban que la muerte se había producido "debido a una convulsión, resultado de una afección médica en curso por la que estaba siendo tratado".

Ahora, el portal estadounidense TMZ ha confirmado que se trató de una "muerte natural" debido a que el actor padecía epilepsia, enfermedad que le habría provocado las convulsiones que acabaron con su vida mientras dormía en su apartamento de Los Ángeles.

Según las estadísticas de la Fundación de la Epilepsia, una de de cada mil personas que sufren esta enfermedad en EEUU fallece de forma repentina a causa de una convulsión, tal y como le pasó a Boyce.

Debut con 9 años

Boyce debutó en el cine con tan solo 9 años con la película de terror 'Mirrors'. Poco después, trabajó junto a Adam Sandler en 'Grown ups', pero la fama le llegó sin duda por su papel de Carlos, el hijo de Cruella de Vil en 'Los descendientes' y por su personaje del travieso Luke Ross en la serie 'Jessie'.

"Es increíble poder formar parte de esta gran familia, viajar y conocer a gente nueva de otros sitios. Amar tu trabajo y que te guste lo que haces no tiene precio", comentaba hace dos años en una entrevista acerca de haberse convertido en un 'chico Disney'.