La familia Douglas sigue con el alma en vilo. Un juez de Nueva York dio ayer dos días de plazo a los abogados de Cameron Douglas para convencerle de por qué no debe hacer público el contenido de la sentencia al hijo mayor del actor Michael Douglas, que se declaró culpable hace dos meses de un delito de tráfico de estupefacientes y por el que se enfrenta a una pena de hasta diez años de cárcel.

A sus 31 años, el menor del clan Douglas sigue a la espera, en el centro correccional metropolitano de Manhattan, para conocer la sentencia que le impone el juez Richard Berman. Sus letrados aseguran que los medios de comunicación han hecho una cobertura sensacionalista del juicio y alegan que su crimen no merece tal atención mediática. La lectura del fallo, sea en público o en privado, no será hasta el próximo 26 de abril.

EL LADO AMABLE DEL JOVEN En las últimas semanas, familiares y amigos del conflictivo joven han pedido clemencia al magistrado por escrito, empezando por su abuelo Kirk Douglas, que acaba de cumplir 93 años, además de su padre y su actual esposa, la también actriz Catherine Zeta-Jones. Todos coincidieron en resaltar el lado amable de Cameron, un chico que cayó desde jovencito en el infierno de las drogas y del que no ha sido capaz de salir.

Cameron fue detenido el verano pasado en un hotel de la ciudad de Nueva York con gran cantidad de metanfetaminas en su poder, valoradas en unos 13.000 euros, y la fiscalía abrió una investigación para determinar si tenía intención de comercializarlas. Un par de años antes había sido arrestado con una jeringa con cocaína.