La ex modelo y cantante Carla Bruni, esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, considera que es absolutamente factible llevar a cabo su doble papel de primera dama y de persona dedicada a la música. "Yo provengo de un universo muy ligero, muy amplio de miras, sin ningún tipo de machismo. Sin ser una feminista radical, estoy contra el hecho de que alguien deje de trabajar a causa del matrimonio, incluso si el marido tiene un trabajo que te confiere una función", dice Bruni en una entrevista a la revista helvética "Hebdo".

"Además -agrega- si no me comprometiera con mi papel de primera dama o si no participase en los viajes oficiales por privilegiar mi trabajo de músico, entendería que algunos se quejaran". Bruni acaba de editar "Comme si de rien n'était", su tercer álbum tras "Quelqu'un m'a dit" y "No Promises", y actualmente lleva a cabo la promoción del mismo, dado que saldrá a la venta el 11 de julio. El álbum fue grabado antes y después de encontrar, enamorarse y casarse con Sarkozy.

Asegura que su marido la apoya y que participó, aunque fuera de soslayo, en el proceso de selección y grabación del disco. "En este tercer álbum le hice escuchar las maquetas. Y un día vino al estudio. Me dijo que le gustaba. Pero las personas que no son músicos no tienen de veras una opinión", confiesa Bruni. Consultada si para ella las impresiones de sus seres queridos son importantes, contesta que sí porque "lo importante es lograr emocionar".