La ex supermodelo, cantante y primera dama de Francia, Carla Bruni, es portada del número de septiembre de la revista estadounidense Vanity Fair, en la que posa para la fotógrafa Annie Leibovitz y despliega un estilo que recuerda a Jackie Kennedy.

En el reportaje, realizado en el Elíseo coincidiendo con una reciente visita a Francia del primer ministro británico Gordon Brown y su esposa Sarah, la propia Bruni evoca a la que fuera primera dama de EEUU hace más de 40 años.

"Era muy joven y moderna y, desde luego, de manera inconsciente me proyectaría más como Jackie Kennedy que, por ejemplo, como la señora De Gaulle, que era la clásica francesa detrás de su marido", dice a la revista la esposa del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

Agrega que "hay una fotografía estupenda de la señora De Gaulle sirviendo la sopa a su esposo. Yo también le sirvo la sopa a veces, pero desde luego no me fotografiaría así".

De Bruni, nacida en Italia, la revista estadounidense dice que ha ayudado a Sarkozy a cambiar su estilo "flashy" (llamativo) y así "se ha deshecho del viejo rolex de oro y lo ha sustituido por un elegante Patek Philippe, así no hará ruido cuando corra por el Bois de Boulogne".

La revista estadounidense, que dice de Francia que "es un país donde el buen gusto es sagrado", se refería así al calificativo de "presidente bling bling" dado a Sarkozy por el diario francés Libération.

En el reportaje, que cuenta los amores de Bruni y su esposo, así como el inicio de su romance y el recorrido vital de cada uno de ellos, aparecen fotos de la pareja en su dormitorio, así como de la cantante tocando la guitarra y sentada al piano en su apartamento de soltera o de ella sola en los jardines del Elíseo.

"Me enamoré nada más verle", confiesa en la entrevista Bruni, que agrega que Sarkozy le sorprendió "por su juventud, su energía, su encanto físico que no se puede ver en la televisión, al igual que por su carisma. Me sorprendió su desenvoltura, lo que decía y cómo lo decía".

En la entrevista con Vanity Fair, Bruni, de 40 años y madre de un hijo, Aurelien, revela que tiene buenas relaciones con Marie-Dominique Culioli, la primera esposa de Sarkozy.

También espera "tener algún día" esa misma situación con la segunda, a quien invitaría a almorzar, aunque reconoce que ni Cécilia Ciganer ni Nicolas Sarkozy "están aún preparados" para tal encuentro.

Bruni señala que su comportamiento es sometido a escrutinio constante y que le gustaría "tener hijos con Nicolas. Lo espero, todavía soy joven. Sería un sueño... Si la vida no me da otro hijo, bueno, ya me ha dado mucho".