Carlos Felipe Arturo Jorge, príncipe de Gales, heredero del trono de Inglaterra, cumple hoy 60 años, volcado en la preservación del medio ambiente y en las organizaciones sociales que él mismo preside. Tras los años turbulentos de la era Diana y el descrédito que aquel matrimonio le acarreó, parece vivir ahora un momento de equilibrio. Felizmente casado desde el 2005, Carlos es un padre que ha mantenido una relación amistosa con sus hijos pese al reto que suponía su matrimonio con Camila, duquesa de Cornualles. La reina ofreció anoche un banquete de gala en su honor en el palacio de Buckingham, al que asistieron 450 miembros de la realeza, la política y figuras de otros ámbitos sociales.

La soberana dice sentirse "enormemente orgullosa" del sentido de "deber y servicio público" de su primogénito. Isabel II, en forma a los 82 años, se refería a la labor social, dirigida a ayudar a los jóvenes, de la organización Prince´s Trust, que Carlos puso en marcha en 1976. No todas las tareas reales le resultan al heredero tan gratificantes como esa. En un documental emitido esta semana por la BBC, a la pregunta de si disfrutaba con su papel como príncipe de Gales, respondió que solo "algunas partes". "Es algo que siento que debo hacer para ayudar a otra gente y a este país", afirmó.

Defensor de la agricultura biológica y enemigo de los cultivos transgénicos, ha aplicado estos principios a sus fincas, cuya explotación ha resultado ser un enorme éxito financiero. Las galletas, sopas, salchichas, pasteles, bebidas biológicas, jabones y perfumes comercializados con el nombre de Duchy Originals han logrado, en sus 18 años de existencia, un volumen de ventas de 60 millones, y se propone cuadriplicar esas cifras con el próximo lanzamiento en América y la India. Demasiado tentado a expresar sus puntos de vista, no siempre acordes con la neutralidad de la monarquía, Carlos genera división de opiniones entre sus súbditos. Uno de sus comentarios más polémicos fue cuando se definió como un futuro soberano defensor no de un credo, sino de distintos credos religiosos.

Su voluntad de tender puentes entre varias religiones choca con su papel institucional como máximo representante de la Iglesia anglicana cuando ascienda al trono. Ese día puede quedar aún lejos. "Está en las manos del buen Dios el que sobreviva o mantenga mi capacidad intelectual", declaró, con respecto a su futuro al frente de la corona. Al príncipe Guillermo, su hijo y sucesor dinástico, le aconseja "que sea él mismo, que escuche a los asesores y luego decida". Guillermo y Enrique asistirán con sus respectivas novias, Kate Middleton y Chelsy Davy, a la fiesta organizada por Camila, que tendrá lugar mañana en la residencia campestre de Highgrove. La velada estará amenizada por Rod Stewart, que actuará gratis.