La figura de Carmen Cervera vuelve a estar en el centro del debate y la polémica, esta vez no por motivos familiaresm sino por motivos pictóricos y económicos.

Tras la reapertura del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, varios de sus cuadros más revelantes han desapearecido de las salas del museo: Martha Mckeen de Wellfleet (1944), de Edward Hopper; El puente de Charing Cross (1899), de Claude Monet, Caballos de carreras en un paisaje (1894), de Edgar Degas y Mata Mua de Paul Gauguin, que pertenecen la la colección privada de la condesa Thyssen, de 77 años.

"El Mata Mua es un cuadro que adoro, para mí sería un sacrificio deshacerme de él, y él tampoco se quiere separar de mí, si lo he comprado tres veces!", ha declarado Carmen Cervera en una entrevista con la revista Hola!.

En estos momentos no hay ninguno vendido, podrían volver a España si finalmente alcanzamos un acuerdo con el Gobierno", puntualiza la baronesa Thyssen.

NEGOCIACIÓN

Reconoce que tiene problemas económicos "tengo muchos gastos y cuatro casas hipotecadas, tengo problemas económicos, igual necesito vender uno de los cuatro, pero no los cuatro" y que en su ánimo está seguir negociando con el Gobierno y llegar a un buen acuerdo.

Sobre si la desaparición de los citados cuadros es una manera de presión o chantaje, Cervera asegura "no, ni mucho menos" y que tan solo "necesitaba que tuvieran disponibilidad para poderlos prestar y vender alguno".

La baronesa Thyssen asegura que le han llegado propuestas del extranjero, pagando un alquiler anual, pero nunca se ha querido ir de España. "Soy así, romántica como buena española", resume.