No se sabe si ha sido porque espera salvar su matrimonio o porque está negociando los términos del divorcio, pero el caso es que Carolina de Mónaco defendió ayer ante un tribunal alemán la versión de su todavía marido Ernesto de Hannóver, que ha sido acusado de agredir brutalmente y en estado de embriaguez al propietario de una discoteca en Kenia, molesto por la música.

"Le dio dos bofetones, con la mano plana. Y le dijo: Una por la música, la otra por las luces ", declaró la princesa ante la Audiencia de Hildesheim (centro de Alemania), derrumbando de paso los rumores de que cancelaría su visita tras el revuelo por las fotos de su esposo besándose con su amante, en una playa tailandesa.

Con el rostro grave, pero serena, sin dejar que se le aproximaran los medios ni que se la fotografiara en la sala como testigo, Carolina relató en inglés lo ocurrido, en lo que para ella y su esposo fue un incidente menor, aunque la presunta víctima lo relate como una gran paliza.

EN LA ISLA DE LAMU Los hechos ocurrieron hace 10 años, en enero del 2000, cuando la pareja llevaba un año de casada, en la idílica isla de Lamu. Por la agresión se condenó a Hannóver en el 2004 al pago de 445.000 euros, al declarársele culpable de lesiones físicas e insultos.

Las imágenes de su presunta víctima, Josef Brunlehner, ensangrentado en una clínica de Mombasa dieron la vuelta al mundo, aunque la pareja afirme que se trató de una pura escenificación.

La comparecencia de la princesa de Mónaco en el juicio, abierto después de pedir el príncipe la revisión del caso, se perfilaba de por sí mediática. Los rumores del inminente divorcio de Carolina y su tercer marido desembocaron en un gran despliegue de cámaras.

La princesa había impuesto como condición un cordón de distancia con los medios de tres metros en la Audiencia y de 20, en el exterior del recinto. Las decenas de fotógrafos y cámaras de televisión concentrados en la sala fueron desalojadas varios minutos antes de que accediera a su interior la testigo.

A Carolina, de 52 años, y Ernesto de Hannóver, de 55, no se les ve juntos desde el pasado junio, en que asistieron a un torneo de equitación en Mónaco. Hoy tampoco se dio la oportunidad, puesto que, de acuerdo a lo previsto, el príncipe no estuvo en la vista, a la que solo acudió a su apertura, el pasado junio.