Este tiarrón de 36 años y ojos azules natural de Móstoles pasa en total tres meses al año en Arezzo, en la Toscana italiana. Esa región le tiene sorbido el seso. Es allí, sobre el terreno, donde saca a pasear su faceta de escritor. El próximo julio, Christian Gálvez cumplirá 10 años al frente de 'Pasapalabra', el concurso más longevo de Telecinco, y en marzo del 2018 llegará el tercer tomo de su trilogía sobre el Renacimiento, la dedicada a Rafael. Con 'Matar de Leonardo da Vinci', su debut literario, despachó 50.000 ejemplares. La misma suerte va camino de alcanzar 'Rezar por Miguel Ángel (Suma de libros).

-Todo el mundo esperando a los Reyes Magos y usted con su Santísima Trinidad: Leonardo, Miguel Ángel y Rafael.

-Toda mi vida quise escribir solo sobre Leonardo, pero me di cuenta de que Leonardo necesita a un Miguel Ángel enfrente y Miguel Ángel a un Rafael, copiándole en la Capilla Sixtina. No puedes escribir la vida de Messi sin Ronaldo. Para ser el mejor tienes que tener alguien contra quien competir y en el arte del Renacimiento, más.

-¿Y hay algo nuevo, y verídico, que decir de estos señores que no se conozca ya?

-Hay lagunas no en el qué, pero sí en el cómo. La historia es la que es, pero sí se puede variar en cómo contarla. Yo les he querido quitar la pátina de genialidad y mostrarlos como seres humanos.

-La gran pregunta, según usted, es ¿por qué un escultor de Florencia acaba pintado la Capilla Sixtina? ¿Por trascender?

-Él quería trascender con la escultura, con su David, no con la pintura. Miguel Angel siempre tuvo que crear arte para devolver el honor perdido a la familia Buonarroti. Él tenía esta deuda con su padre. Firmaba las cartas como escultor; la pintura le arrancaba la vida.

-Y va y asesta un golpe maestro en el corazón de la cristiandad.

-Le contratan para pintar los 12 apóstoles y todas las figuras que aparecen en la bóveda de la Capilla Sixtina son judías Y en el juicio final incluso aparecen figuras paganas. Y pinta un ombligo en el cuerpo de Adán. Y es Adán y no Eva la que coge el fruto prohibido, que es un higo y no una manzana. Y Eva no nace de la costilla de Adán. Y en la creación, ¿quién toca a quién? Todo eso está ahí. Yo no me lo invento. Por eso me interesa indagar en el por qué y escribo novela histórica y hago ficción, para que nadie me diga nada.

-Ya lo está diciendo

Partiendo de la base de que Miguel Ángel era un gran creyente, cometió el mayor atentado contra la Iglesia católica, así que podríamos estar ante uno de los primeros apóstatas de la historia de la humanidad.

-¿De dónde nace esa pasión por esa época?

-Tiene fecha. Fue en noviembre del 2009. Yo estaba trabajando en Milán haciendo unos anuncios y me pasó una cosa muy bonita con unos niños con síndrome de down delante del cuadro 'La última cena' de Leonardo, que está en el refrectorio del convento de Santa Maria delle Grazie. Sería largo de contar pero a partir de aquello empecé a rascar y a indigar y aprendí muchas cosas, incluso algo que hoy es considerado casi una lacra.

-¿A qué se refiere?

-Entonces podías abarcar varias disciplinas y si demostrabas que eras bueno, te respetaban toda la vida. Hoy dices que eres presentador de televisión y que además escribes libros y te preguntan que con qué te quedas. No se permite esa polimatía. A diario tienes que demostrar que eres tú el que escribes tus cosas y que eres la persona indicada para presentar un programa.

-Lo mejor de escribir ha sido investigar?

-Sin duda, pero no en plan rata de biblioteca. Cuando le cuento que Miguel Ángel salía de su casa y se iba a la Santa Croce es que he recorrido muchas veces ese camino. De hecho he pasado horas con el portátil escribiendo dentro de esa basílica en Florencia donde está su tumba, obra de Vasari. Y eso mola un montón. Y en Roma me pasa igual. Soy un friqui del Renacimiento. Y lo que escribo gustará o no, pero el que me lee aprende mucho.

-Como con su programa. Hoy sería imposible ese formato, ¿no cree?

-De nacer hoy, 'Pasapalabra', 'Saber y ganar' o 'La ruleta de la fortuna' no durarían un mes, porque el lenguaje audiovisual ha cambiado y son fórmulas en las que no pasa casi nada. Puedes hacer ligeros cambios, pero nuestro rosco es algo intocable: sabes o no sabes. Yo me mando wasaps con Jordi Hurtado bromeando con el tiempo que estamos durando.

-Hasta conoció en el programa a su esposa, la exgimnasta Almudena Cid.

-Sí. Nos casamos hace seis años. Almudena está ahora también en una nueva faceta y ha debutado como actriz en el teatro. Ha sido con Sergio Pérez Mancheta en la direccción y con 'La cocina', una obra muy coral, con 26 actores. Almudena es una mujer fantástica. Me ha ayudado en los momentos malos, cuando tuve un accidente y me fastidié la espalda. También escribe cuentos para niños.

-Y ustedes no piensan en niños.

-Esto al final siempre es una decisión de ellas. Si yo digo que sí y ella que no es que no. Si yo digo que no y ella que sí, será que sí. Pero de momento estamos liados con muchas cosas y vamos a esperar.

-¿Y ese tatuaje que asoma por la muñeca?

-Es la creación de Miguel Ángel. Me lo me hecho hace poco. [Y enseña todo el brazo]. Un friqui total ya le digo.