Telma Ortiz tiene muy pocas posibilidades de ganar su cruzada contra la prensa. Varios juristas expertos en derecho al honor calificaron ayer la demanda interpuesta por la hermana de la Princesa contra más de 50 medios de comunicación de "disparate" y "barbaridad jurídica". Nadie puede denunciar a nadie con carácter preventivo, recordaron los expertos. En su opinión, lo que Telma Ortiz debería haber hecho es interponer una denuncia por coacciones contra los cuatro o cinco reporteros que supuestamente la acosan. Pero no cargar contra toda la prensa para que nadie tome una foto suya excepto en las ocasiones en las que acuda a los actos oficiales.

Pese a las pocas posibilidades de prosperar que tiene la demanda de la hermana de Letizia, ¿qué pasaría si la jueza que lleva el caso le diera la razón? El efecto dominó está claro. Muchos famosos seguirían sus pasos y acudirían a los tribunales para pedir el mismo trato. Conclusión: los programas del corazón dejarían de emitir reportajes en los que se ve a reporteros persiguiendo a los famosos. Estos nunca dicen nada. O bien porque tienen contratada una exclusiva (caso de Mari Cielo Pajares) o bien porque sencillamente no les da la gana (caso esporádico de Ana Obregón). Si se produjera una sentencia favorable a Telma Ortiz, el primero que se apuntaría a la cruzada sería Jesulín de Ubrique, que calificó de "condena" el hecho de tener fotógrafos y cámaras en la puerta de su casa. El los llamó "carroña". Mucho más lejos fue Cayetano Martínez de Irujo, que a una reportera que le seguía le espetó: "Como me sigas molestando te arranco la cabeza". La tercera bestia negra de la prensa rosa --el torero Fran Rivera-- tampoco dudaría en seguir los pasos de Telma Ortiz. "Saltan la valla de mi casa para hacer fotografías y me persiguen en coche todos los días. ¿Eso no es acoso?", criticó.

Si Telma Ortiz ganara la demanda, una foto impensable sería la que dio la revista Lecturas en su portada y en la que se veía a la infanta Elena dando un presunto beso a un amigo en una estación de esquí. Otras imágenes que provocaron un antes y un después fueron las que varias revistas alemanas publicaron en los 90 mostrando a Carolina de Mónaco durante unas vacaciones. Tras una primera intentona judicial, el tribunal de Estrasburgo consideró que las fotos "no contribuían al interés general" y dictaminó una indemnización para la princesa monegasca.