No hay suficientes sinónimos de sexi para describir el primer videoclip de Eduardo Cruz, que se ha rodeado de sus dos conocidas hermanas para grabar el tema Cosas que contar. El vídeo supone un auténtico estallido sexual en el que ni Penélope ni Mónica se cortan a la hora de desplegar sus dotes de seducción. Labios brillantes, ropa interior negra, bañadores rojos, melenas al viento y besos lésbicos.

Si no fuera por las Cruz, el videoclip pasaría sin pena ni gloria por el espectro musical, pero la presencia de ambas actrices lo convierte en noticia y Eduardo recibe así un espaldarazo que le ayude a hacer realidad su ilusión de dedicarse a la música. Así funciona el marketing.

En el vídeo, Eduardo llega a un estudio de grabación donde sus hermanas --ataviadas con escotadas camisas blancas, faldas negras y gafas de pasta-- ponen voz a una película erótica con frases como "cariño, qué guapa estás" o "sí, sí, así...". Penélope lo hace mientras se lima las uñas y Mónica, mientras chupa un chupachups. El morbo y la tensión sexual que se respira llega hasta tal punto que los tres se meten de repente en el filme porno.

Penélope y Mónica, dos bellas leonas con la melena al viento, rodean a su hermano vestidas con un bañador rojo mientras bailan una coreografía. Las imágenes se suceden rápidamente, a la misma velocidad a la que sube la tensión sexual. Las chicas protagonistas de la película porno lucen sus encantos mientras Penélope mordisquea un limón. Después, la musa de Pedro Almodóvar se besa con otra mujer. Eduardo sobrevive a la fogosa experiencia conservando intacto su gorro. Su camiseta, sin embargo, está hecha jirones.