Tras abandonar Ambiciones, la finca del clan Janeiro, una despechada Belén Esteban volvió a la capital junto a su hija, fruto de una tormentosa relación con Jesulín de Ubrique. A partir de ese momento, la joven tímida de San Blas transformó su imagen y comenzó un periplo imparable por los platós de televisión y las páginas de las revistas del corazón, donde ha ido desgranando desde entonces capítulos de su vida previo pago.

"Yo hablo de mi vida, no la de los demás", suele responder a quienes critican su modo de ganarse la vida. Hubo un momento en que la hija de Belén salió fotografiada en numerosas publicaciones y la madre no dudó en recurrir al Defensor del Menor para pedir protección. Pero ahora, tras recibir denuncias de ciudadanos anónimos es el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, el que pretende evitar que Esteban siga lucrándose hablando de la vida de su hija.

Canalda ha remitido un escrito a la Fiscalía de Menores en el que solicita que actúe de oficio en defensa de la protección de Andrea Janeiro al entender que su madre está vulnerando "de manera permanente" su derecho a la intimidad y a la propia imagen "al exhibir las circunstancias de la menor y su vida privada" en las televisiones. Al conocer la noticia, Belén Esteban --que es diabética--, sufrió una fuerte subida de azúcar.