Desde que el verano pasado reveló que padecía un cáncer de garganta no han parado de circular todo tipo de rumores sobre Michael Douglas. Algunos le han dado "tres meses de vida", otros cuentan "en exclusiva" que, según los médicos, solo tiene un 20% de probabilidades de superar la enfermedad y que morirá antes de Año Nuevo.

El actor ha roto por primera vez su silencio en las páginas de The Hollywood Reporter para hablar del "infierno" de la quimioterapia. "Es increíble que casi tengan que intentar matarte para traerte de vuelta". También de sus proyectos de futuro, que incluyen una película sobre el pianista Liberace, que empezará a rodar en mayo bajo las órdenes de Steven Soderbergh.

"Después de un año lleno de adversidades, mis problemas de salud, la encarcelación de mi hijo y las demandas de mi exmujer, poder sentarme y hablar contigo me hace feliz", le dice al periodista Douglas, quien reconoce que cuando está enfermo no le gusta que haya gente alrededor. En todo caso, asegura estar "abrumado" por las muestras de cariño. "El cáncer me ha enseñado lo que es la familia. Me ha enseñado una forma de amor que nunca antes pensé que existiese", añade Douglas, que deberá esperar a enero para saber si el tumor ha desaparecido. Sus médicos dicen que las posibilidades de curación son del 80%.

Es Catherine Zeta-Jones quien revela en la misma entrevista lo molestos que están por la presencia de paparazis a las puertas de su residencia frente a Central Park. "Lo que más me fastidia es que Michael está secuestrado en casa", critica la actriz.

Douglas reconoce que aún no ha "digerido" que tiene cáncer y niega sentirse entre la vida y la muerte. "Solo veo una enfermedad que debo superar", dice el protagonista de Wall Street . "No he escarbado en las profundidades del alma para ver qué encuentro, pero obviamente te obliga a ver el tema de la mortalidad con cierta perspectiva".