"Mi hija Carlota era una mezcla apasionante de compasión y combatividad. Con ella toqué a menudo el cielo y su recuerdo me permitirá transitar el infierno que ahora vivo". Toni Cantó, roto por el dolor, habló así de su hija poco después de su funeral celebrado el lunes en Barcelona. Eva Cobo, madre de la joven, no podía articular palabra, solo lloraba y se dejaba abrazar.

Carlota Cantó Cobo, de 18 años, y su novio, Xavi Arraut Gratacós, de 20, murieron el 29 de enero cuando un conductor ebrio chocó frontalmente contra el vehículo en el que viajaban en la autopista de Mataró. Los dos murieron en el acto y el hombre que segó sus vidas se encuentra bajo arresto domiciliario tras unos días hospitalizado por las heridas torácicas que sufrió. Alejandro Santiago Rolonia, de 41 años, está detenido por dos delitos de homicidio y uno contra la seguridad del tráfico. En el comunicado que emitió para agradecer el apoyo recibido, Cantó escribió: "Al hombre que les quitó la vida le deseo una pronta recuperación y ánimo y fuerza para soportar la carga que llevará de por vida".

El accidente ocurrió cuando la pareja de jóvenes volvía de una cena en casa de unos amigos. Habían quedado para verse tras la vuelta de Carlota, que había llegado a Barcelona cuatro días antes tras pasar tres meses en Marruecos, Kenia y Etiopía trabajando con una oenegé. La hija de Toni Cantó era una chica "muy solidaria", cuentan sus compañeros. Su implicación con los más pobres era tal que había apadrinado a uno de los niños que cuidó.

Carlota era guapa, casi clónica de su padre, alegre, muy buena estudiante. Cursaba Dirección y Administración de Empresas en Esade. Los estudios secundarios los hizo en A Coruña, donde desde hace años vive su madre con su nueva pareja y sus otros dos hijos. Le gustaba la fotografía y había presentado varios trabajos a concurso. También la lectura y hacer deporte, según explicaba en Facebook. Su perfil desapareció el mismo día del accidente.

Hijo de un abogado

Hacía poco que Carlota salía con Xavi Arraut, estudiante de Derecho, sobrino político de Xavier Trias, aspirante por CiU a la alcaldía de Barcelona e hijo del abogado Javier Arraut Amat, fundador del bufete Arraut & Asociados, especializados en Derecho Societario, Legislación Tributaria y litigios en todas las áreas.

Los cuerpos de los dos jóvenes fueron velados en dos capillas diferentes en el tanatorio de la Ronda de Dalt de Barcelona. Fue allí donde se conocieron las familias de las dos víctimas, que se desearon fuerza para aguantar la tragedia que les había tocado vivir. El funeral del chico se celebró por la mañana, solo unas horas antes que el de Carlota.

La ceremonia de despedida de la joven se aplazó hasta las cuatro de la tarde para que su padre pudiera asistir. Toni Cantó recibió la terrible noticia en un hotel de Bilbao, donde se encontraba representando la obra Razas . El intérprete hizo de tripas corazón y decidió seguir con las representaciones que estaban previstas para el fin de semana en el Teatro Barakaldo.

Cantó llegó a Barcelona el lunes por la mañana acompañado de su esposa, la terapeuta Inma Suárez, la única mujer con la que se ha casado, a pesar de que tiene otros dos hijos, Lucas y Violeta, de su relación con las actrices Carla Hidalgo y Mar Regueras, respectivamente.

En el tanatorio, el actor saludó a Eva Cobo, olvidando por un momento las diferencias irreconciliables que en su día los separaron. Toni, de 46 años, y Eva, de 43, se conocieron cuando eran veinteañeros. Los dos tenían una carrera prometedora en el mundo del espectáculo y eran felices juntos, pero sin hacer planes de futuro. La relación entró en crisis cuando Eva se quedó embarazada y terminó cuando faltaban dos meses para que Carlota naciera.

Eva dio a luz a la niña sin que Toni la acompañara. Cantó dio los apellidos a Carlota, pero no mantuvo relación con la madre ni la recién nacida. Las cosas se complicaron cuando la actriz demandó al actor para que pasara una pensión alimenticia a la pequeña. El respondió interponiendo otra demanda en la que negaba ser el padre y solicitaba la prueba de paternidad. La pareja se enfrentó en los tribunales hasta que finalmente Toni reconoció ser el padre de Carlota.

Las tensiones fueron cediendo y ahora padre e hija mantenían una entrañable relación hasta el punto de que Cantó llegó a declarar: "Estoy enamorado de Carlota. No hay nada más bello que el amor de un hijo". Posiblemente esas palabras le duelan ahora más que nunca.