Camila Alves paseó ayer por Barcelona la belleza que ha hecho sentar la cabeza al mismísimo Matthew McConaughey, la estrella de Hollywood que fue novio de Penélope Cruz. La modelo brasileña presentó ayer en Barcelona el nuevo espacio de la firma italiana de moda Pinko en la tienda Jean Pierre Bua Symbol. El actor y su novia son padres de un niño y una niña: Levi, que tiene un año y ocho meses, y Vida, que nació el pasado enero y de la que Alves no se separa.

De hecho, la modelo llegó el lunes a Barcelona con su retoño de tres meses y su madre. "Desde que nació Vida, nunca la dejo sola porque le doy el pecho", explicó. Levi se quedó en la casa de la pareja en Malibú a cargo del actor. "Mateo es un hombre paciente y día a día me demuestra que es un buenísimo padre. Yo estoy aquí tranquila porque él se ha quedado en casa cuidando de nuestro hijo", apuntó la modelo, que desfiló el año pasado en la pasarela Cibeles de la mano de la firma de moda TCN.

SIN BODA A LA VISTA Pese a su reciente maternidad, la agenda de la modelo saca humo. "Me quedaré varios días en Barcelona y luego volaré a París, donde haré unas fotos de moda". La distancia es el olvido, reza un dicho popular, pero la top brasileña considera que, de vez en cuando, las separaciones son positivas. "Creo que son buenas, porque la pareja descansa. Así no nos aburrimos el uno del otro", aseguró la guapa brasileña. Tampoco el matrimonio le quita el sueño. "De momento --declaró-- no hay boda a la vista porque lo más importante es disfrutar de un hogar feliz y con mucho amor". Dentro de unos meses, cuando esté totalmente recuperada de su reciente maternidad, Alves volverá a las pasarelas. Mientras tanto, disfruta de su familia. "Mi vida transcurre en Malibú. Mientras Mateo prepara algún guión o está en pleno rodaje, yo estoy con mis hijos", añadió. Con una excepción en su agenda: un día a la semana también presenta el programa Shear Genius en Bravo TV, que en su momento condujo la exángel de Charlie Jaclyn Smith.