Ningún español salvo Pedro Almodóvar es capaz de generar en EEUU tanta expectación como Ferran Adrià. Y la última visita del chef, que arrancó el jueves en Nueva York con una presentación del libro A day at El Bulli (Un día en El Bulli ) en Per Se, el restaurante de su amigo Thomas Keller, se ha convertido en mucho más que el fenómeno culinario del año del país y la ciudad.

Lo más granado de los universos intelectuales y artísticos neoyorquinos se daba cita ayer en la Biblioteca Pública en Bryant Park para escuchar a Adrià en una conferencia cuyas entradas se agotaron siete minutos después de ponerse a la venta. Hoy protagoniza con su colega Anthony Bourdain una de las prestigiosas charlas organizadas por The New York Times . Y el culmen de la etapa estadounidense de una gira que le ha llevado ya a Canadá y pasará por Australia y el Reino Unido será su viaje a San Francisco el lunes para intervenir en el programa Autores en Google , una serie que ha llevado hasta la sede central del gigante informático a personajes como Noam Chomsky, George Soros, Paul Auster y Salman Rushdie. Si Adrià se muestra encantado de trabajar en actos y entrevistas con los medios de EEUU, quienes flotan en una nube de felicidad son los editores de Phaidon, la casa especializada en libros de arte y diseño que ha apostado por A day at El Bulli como una de sus joyas de la temporada.