La costa de Key West en Florida (EEUU) fue testigo este lunes del final de una de las travesías a nado más largas de la historia. La nadadora estadounidense Diana Nyad, de 64 años, completó su reto de recorrer durante 52 horas seguidas los más de 166 quilómetros de agua que separan a La Habana (Cuba) del Estado de Florida.

Este es el quinto intento de la nadadora, que vio frustrado su sueño en distintas ocasiones a causa de picaduras de medusas, ataques de asma o tormentas eléctricas.

La travesía y sus peligros

Esta aventura, que empezó el pasado sábado, no se ha caracterizado por el mal tiempo, sino que la principal adversidad a la que se enfrentó Nyad fueron las medusas, cuyas picaduras ya fueron la causa de su abandono durante la travesía del 2012 tras 96 quilómetros de recorrido. En este quinto intento Diana Nyad utilizó una simple máscara protectora contra las medusas, que usaba solo por las noches ya que es cuando más atacan estos animales marinos. Pero mientras que por un lado la máscara le protegía, por el otro le impedía respirar con facilidad.

Otros obstáculos a los que tuvo que hacer frente durante el recorrido fueron los tiburones, contra los cuales no llevo ninguna protección; de hecho ni su bañador era de neopreno. Ante los tiburones, Nyad se guiaba por el equipo que le acompañaba en una embarcación y le avisaba por dónde debia de nadar para esquivarlos. Además, sus compañeros de travesía se encargaban de retirarle las medusas que se le introducían en la boca durante el día y de subministrarle alimentos cada media hora.

Llegar a la meta

Cuando Nyad se aproximó a la costa, los espectadores que acudían a ver cumplir su proeza la rodearon aclamándola. Ante esta avalancha de apoyo la nadadora pronunció unas palabras: “Me gustaría decir tres cosas. Una, que siempre hay que perseguir los sueños. La segunda, que nunca eres demasiado mayor para alcanzarlos. Y la tercera, que este deporte parece solitario pero es necesario tener un buen equipo detrás para conseguir lo que hemos logrado hoy”. El equipo al que hace referencia Nyad lo componen 39 profesionales, entre ellos buzos, médicos, marineros, entre otros. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se sumó al rosario de felicitaciones a la nadadora vía Twitter: “Felicidades a Diana Nyad. Nunca hay que abandonar los sueños”.

Objetivo cumplido

Después de haber conseguido esta meta y de ostentar el récord de travesía a nado más largo del mundo, Diana Nyad ha anunciado su retirada. Su objetivo ya lo ha conseguido y, de hecho, hasta la fecha solo otra mujer ha realizado esta proeza, de modo que puede ser que permanezca imbatida durante mucho tiempo. La australiana Susie Maroney consiguió cubrir a nado este recorrido en 1997 pero, a diferencia de Diana Nyad, ella sí estaba protegida con una jaula contra los ataques de tiburones, que en estas aguas son muy abundantes.