La tatuada examante de Jesse James, marido de la oscarizada actriz Sandra Bullock, no ha podido más y ha querido dar su versión de la historia en una entrevista al programa australiano Today Tonight. Preguntada sobre qué le diría a la intérprete, Michelle McGee responde: "Quiero darle mi más sentida disculpa, lo siento por su dolor".

La modelo está consternada por todo lo que ha pasado y ha querido mostrar su apoyo a la estrella. "Me siento mal por ella, sé por lo que está pasando. Debe estar herida, avergonzada, enfadada y devastada". Y también engañada, como asegura sentirse ella misma. "Lo fui del mismo modo que Sandra. Si Jesse hubiese sido sincero de buenas a primeras no estaríamos en esta situación", afirma.

Sin tapujos, McGee narra el primer encuentro en persona que tuvieron después de conocerse unas semanas antes en el MySpace del motero. "Me enseñó sus coches y motos, acabamos charlando dos o tres horas en su oficina. Luego me preguntó si queríamos ver una película y le dije que sí". Jesse le besó en el sofá y ella le paró los pies para preguntarle qué había entre él y Bullock, a lo que respondió que vivían separados. "La cosa progresó desde ahí. Esa noche hicimos el amor dos o tres veces".

Mientras, Bullock recibió en su apartamento en Hollywood Hills una reconfortante visita: la de los tres hijos de Jesse James. La artista guarda una excelente relación con los niños. De hecho, poco antes del escándalo, aún estaba luchando por la custodia de la hija que el motero tuvo con una estrella porno.