Dorian Leigh, la primera top modelde la historia y la mejor pagada en los años 40 (llegó a ganar la entonces desorbitante cifra de 188.000 euros anuales), murió el lunes en Falls Church (Virginia) a los 91 años.

Leyenda de Madison Avenue tras sus famosas campañas para Revlon, Leigh (Texas, 1919) protagonizó siete portadas de Vogue en 1946. La supermodelo trabajó con los grandes fotógrafos de la época -- Irving Penn y Louise Dahl-Wolfe entre ellos--, pero fue Richard Avedon quien la inmortalizó en sus mejores imágenes.

Junto a ella, el artista neoyorquino redefinió la fotografía de moda en una instantánea de 1950, con la hermosa Leigh abrazando a un campeón ciclista en Francia. Célebre por su intoxicante sensualidad, Dorian fue la mejor modelo de nuestro tiempo. "Sabía lo que quería cada fotógrafo, se llenaba de vida frente a la cámara", declaró Eileen Ford, fundadora de la agencia que representó a Leigh. Extremadamente demandante --"podía ser tan dulce como una pintura del XVIII, tan dura como el retrato de un sargento y tan conmovedora como las mujeres de Modigliani", escribió Cecil Beaton en su libro Photobiography (1951)--, tuvo muchos romances y se casó cinco veces, incluyendo su matrimonio en México con el marqués español Alfonso de Portago, que resultó estar ya casado.

Amiga íntima de Truman Capote, podría haber sido perfectamente la inspiración para Holly Golightly, heroína de su novela Desayuno con Diamantes, llevada al cine por la mítica actriz Audrey Hepburn.

Leigh decidió dejar de posar para montar la primera agencia de modelos de París y escribir libros de cocina.