Farruquito se encuentra estos días en Tarifa (Cádiz) donde disfruta de la playa y de su tercer grado penitenciario. El bailaor ha aprovechado su primer verano en libertad --solo va a a la cárcel a dormir-- para grabar un documental sobre su vida y zambullirse en las playas gaditanas.

Con el torso desnudo y vistiendo un pantalón largo de lino blanco, Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, ha grabado unas secuencias en las que se le ve sentado en la orilla del mar y tocando las palmas. Junto a él, dos niños bailan y palmean al ritmo de la música. Se trata de sus hermanos pequeños Manuel y Alegría, que ya apuntan maneras en el arte del flamenco.

Toda la saga familiar, excepto Rosario, la esposa de Farruquito, se dedica al mundo del espectáculo. Ella le ha acompañado a Tarifa y ha seguido con atención el rodaje del documental protagonizado por su esposo.

Rosario ha estado pendiente de su marido durante la grabación y le ha ayudado a vestirse y a peinarse. Una pareja bien avenida que en septiembre cumplirá su tercer aniversario de boda. El artista alterna la playa con los ensayos de su espectáculo Pura, que estrenará el próximo jueves en Palma de Mallorca, donde iniciará una gira por varios puntos de España.

PERMISO PENITENCIARIO

Farruquito dispone de permisos especiales de Instituciones Penitenciarias para cumplir con sus numerosos compromisos profesionales.

El bailaor fue condenado a cumplir tres años de cárcel por atropellar mortalmente a Benjamín Olalla. En marzo obtuvo el tercer grado por su buen comportamiento. El ahora intenta recuperar su profesión artística.