Fernando Torres apuró el viernes sus últimas horas de vacaciones en Ibiza antes de reincorporarse hoy a los entrenamientos junto a su equipo, el Liverpool. Y no lo hizo de discoteca en discoteca; el delantero español tuvo unos planes mucho más familiares. El astro no se despegó de la compañía de su esposa, Olalla, y su hija, Nora, de un año. Con camiseta surfera o mostrando su torso desnudo, el reciente campeón del Mundial de Suráfrica tomó el sol y se sumergió en las aguas del Mediterráneo. Después de cansarse de la playa, recogió las cosas como un padre de familia más, incluido el carrito de su retoño, y se desplazó en una lancha Zodiac hasta un yate. Ahí continuaron tomando el sol en compañía de unos amigos. Este reposo le puede haber servido para plantearse si se queda en su actual club o acepta una de las ofertas que le han llegado, del Manchester City y del Chelsea. De hecho, su compañero en el combinado nacional, David Villa, dijo que le extraña que no haya recalado en el club londinense.

Precisamente, el asturiano es otro de españoles que se desplazó hasta Ibiza. La semana pasada se le pudo ver pasando un rato en el agua junto a su inseparable amigo Pepe Reina, compañero de Torres en el Liverpool, y sus respectivas parejas. Gerard Piqué también visitó las Pitiusas a mediados de julio, donde fue avistado desde un yate observando las maravillosas vistas con unos prismáticos. Pero no es solo territorio de la Roja, pues algunos de los finalistas del Mundial escogieron el mismo destino. Es el caso del holandés Sneijder y del colchonero Heitinga.