Fuentes oficiales de la ciudad confirmaron ayer planes para celebrar el martes, a partir de las 10 de la mañana, un servicio público en honor de Michael Jackson en el pabellón deportivo de Los Angeles, donde juegan los Lakers, aunque al cierre de esta edición la familia del músico no había confirmado esa decisión.

Justo ayer apareció un vídeo de un minuto y medio en el que se ve a Jackson ensayando para los conciertos de This is it en el mismo escenario que puede acabar acogiendo su velatorio. Las imágenes se grabaron el miércoles y, si bien no muestran ejecuciones de baile muy exigentes, tampoco nada permite intuir problemas graves en el estado físico del artista, que al día siguiente sufrió un paro cardiaco.

La agencia antinarcóticos de EEUU, DEA, se ha sumado a la investigación a petición de la policía de Los Angeles, dando una dimensión federal al caso. Una división especializada en el abuso y el tráfico de medicamentos y recetas investigará ahora las múltiples alegaciones que apuntan a una adicción de Jackson y a toda una red de doctores, farmacias y ayudantes que pudieron suministrar los fármacos.

Jermaine Jackson, uno de los hermanos, aseguró ayer a la televisión NBC que la confirmación de esa adicción le "dolería" y que la familia "no sabía de esas cosas". Mientras, el presidente de EEUU, Barack Obama, alabó en una entrevista con la agencia AP "los extraordinarios dones" de Jackson como artista. "Me alegra ver que se le está recordando, principalmente por la gran alegría que llevó a mucha gente" dijo. Destacó que su brillantez como intérprete "iba emparejada con una vida personal trágica y de muchas maneras triste" y aseguró que tiene "toda su música".

Y mientras, la batalla por la custodia de los hijos de Michael se ha abierto. En una entrevista con una televisión de Los Angeles, Debbie Rowe, madre de los dos hijos mayores de Michael Jackson, dijo: "Quiero a mis niños". Rowe, casada entre 1996 y 1999 con Jackson, anunció que pedirá una orden de alejamiento del abuelo Joe Jackson de los niños y se mostró dispuesta a pedir la custodia también de Prince Michael II, Blanket, de 7 años.