Por un día la crisis económica de Grecia pasó ayer a segundo plano en los medios de comunicación del país para dar paso a una información más amable: una boda real. La del príncipe Nicolás, tercer hijo de los exreyes griegos Constantino y Ana María, con la relaciones públicas Tatiana Blatnik. El enlace tuvo lugar en la isla de Spetses y es el primero de un miembro de la familia real griega que se celebra desde que hace 46 años, los monarcas, en el exilio desde 1974 cuando fue abolida la monarquía, contrajeran matrimonio en la capital, Atenas.

El acontecimiento reunió en Spetses a muchas de las cabezas coronadas de Europa, entre ellas, la reina Sofía, tía paterna del novio, que asistió acompañada de los príncipes de Asturias, los duques de Palma y la infanta Elena. Letizia llamó la atención por el vestido de gasa azul de inspiración helénica que lució para la ceremonia. La Reina eligió el rojo para el acto, mientras que Cristina llevó una túnica estampada en blanco y negro, y Elena se decantó por un veraniego traje largo en tonos pastel y una chaqueta rosa.

RITO ORTODOXO GRIEGO La boda se celebró por el rito ortodoxo griego en el interior de la pequeña iglesia del Monasterio de San Nicolás, patrón de los hombres del mar, donde solo pudieron entrar 30 personas, entre ellas, los miembros de la familia real española. El resto de los 350 invitados tuvieron que seguir la ceremonia por unas pantallas de televisión instaladas en los jardines que rodean a la iglesia.

La novia vestía un traje de muselina blanco con un velo largo firmado por la diseñadora Diane von Fürstenberg, en cuya firma Tatiana trabaja como relaciones públicas en Londres, y adornaba su pelo recogido con una diadema de brillantes perteneciente a la familia real griega. Llegó al templo en una calesa acompañada por el marido de su madre, el millonario venezolano Attilio Brillenbourg.

El novio llegó minutos antes acompañado de su madre y madrina, la reina Ana María, quien vestía un traje estampado de flores. Los padrinos fueron el príncipe heredero Pablo, segundo hijo de Constantino y Ana María; el hermano de la novia, Boris; y Naso Thanopulos, un empresario griego amigo de la familia.

BESO A LA SALIDA DEL TEMPLO Tras el enlace, los novios se besaron a la salida del templo, donde fueron recibidos por el sonido de las sirenas de los barcos y el tañido de las campanas de la iglesia. Los recién casados fueron felicitados por sus invitados, entre los que se encontraban la reina Margarita de Dinamarca; el príncipe heredero de Noruega, Haakon, que acudió sin su esposa, Mette Marit, y que hizo de acompañante de Mary Donaldson, que también asistió sin su marido, el príncipe Federico de Dinamarca, ausente a causa de una reunión del Comité Olímpico Internacional. En la lista de convidados reales también figuraron la princesa Victoria de Suecia y su marido, Daniel Westling; los príncipes Guillermo y Máxima de Holanda; y Farah Diva, viuda del último sha de Persia.

También asistieron algunos amigos de los novios como Rosario Nadal, exmujer de Kiryl de Bulgaria, que una vez más destacó por su elegancia con un traje color nude.

La cena y el baile se celebraron en una finca cercana en la que se habían instalado dos carpas rodeadas de fuertes medidas de seguridad. Según la prensa griega, la cena fue servida por el restaurante Ekali Club y el baile fue amenizado por el cantante británico Elton John.