Pascal Henry, el gastrónomo suizo que desapareció el 12 de junio tras cenar en El Bulli, confirmó una reserva siete días más tarde en el restaurante del chef francés Marc Veyrat, pero luego no se presentó a cenar. El misterioso personaje que quería comer en los 68 restaurantes de tres estrellas Michelin tiene un antecedente de desaparición.

"Confirmó la mesa el día 19, el día que debía venir. Confirmó la mesa a primera hora de la tarde para la noche. Llamó por teléfono diciendo: ´Confirmo para esta noche´. Lo esperábamos y no vino", declaró Veyrat a la emisora de radio Europe 1. Según la lista del periplo gastronómico de Henry, el 19 de junio, en efecto, el gastrónomo debía visitar el restaurante Maison Marc Veyrat, situado en la localidad de Veyrier du Lac, en la Alta Saboya.

Este Phileas Fogg de la gastronomía se presentaba en los restaurante con la fórmula: "Pascal Henry, vuelta al mundo de tres estrellas". El que Paul Bocuse, su padrino desde que el 5 de mayo inició en su restaurante su viaje, define como un "tipo original" no pasaba desapercibido. El chef Guy Savoy, en cuyo restaurante de París comió el 15 de mayo, declaró a TF-1: "Nos encontramos en la calle. Llegó muy pronto, hacia las 11.30, me lo crucé y me dijo: ´He reservado en su casa para comer´. Me trajo un regalo que me pareció formidable y simpático: una caja de chocolates". Alain Passard, chef de L´Arpège, de París, donde estuvo el 19 de mayo, lo describió como "una persona muy refinada" que "tomaba sus cubiertos, probaba la salsa, cogía el tenedor y el cuchillo y se sabía llevar el bocado al paladar".

Lo mismo piensa Philippe Rochat, chef del segundo restaurante de la gira, en el H´tel-de-Ville de Crissier (Suiza), que Henry visitó el 6 de mayo. "Era habitual aquí, venía una o dos veces al año, siempre muy agradable. Raramente he visto a alguien con tantos conocimientos. Venía a la cocina a discutir con los empleados", declaró Rochat a La Tribune de Genève. Henri della Casa, el periodista de La Tribune que investigó el asunto, fue advertido por el crítico gastronómico del diario, Alain Giroud, que se había reunido con Henry antes de que iniciara su viaje y habían quedado en hacer un balance al final. Giroud fue quien recibió el 9 de julio la llamada de Bocuse alertando sobre la desaparición, pero Della Casa esperó a publicar la historia a que llegara el 15 de julio, día en que el desaparecido debía reincorporarse al trabajo, cosa que no hizo. Entonces, un tío de Pascal, su única familia, presentó una denuncia.

DESAPARICION ANTERIOR El tío ha recordado que su sobrino ya desapareció varios meses cuando era adolescente durante un viaje por EEUU. El mismo familiar es quien tiene ahora en su poder la libreta de tapas negras que Henry dejó en El Bulli y que Juli Soler, el socio de Ferran Adrià, se encargó de enviar a Ginebra. La libreta se la regaló Bocuse al gastrónomo viajero. Así lo explicó en el diario ginebrino: "Pascal Henry nos contó su increíble periplo, detalló su recorrido, nos explicó su pasión por la gastronomía. Entonces, decidí ayudarle. Le ofrecí un libro de ruta y le escribí a mano el menú que degustó en mi casa. Le dije que pidiera a los otros chefs que hicieran lo mismo. Y le prometí que cuando hubiera visitado los 68 restaurantes, terminara como empezó y volviera a comer a Collonges", localidad donde Bocuse tiene el restaurante.

Bocuse advirtió a sus colegas porque "quería que fuera recibido en todas partes con el mismo calor. No es fácil pasar de una mesa gastronómica a otra, siempre solo, sin tener a nadie con quien compartir el entusiasmo". La aventura de Henry, sin embargo, acabó en El Bulli.