El genial Marlon Brando, según los grandes del cine norteamericano que compartieron con el legendario actor algún momento de su extensa carrera e intensa vida, ha quedado retratado en Brando, en 2 horas y 45 minutos. Lo que dura el nuevo documental presentado en el Festival de Tribeca, que ha viajado al Festival de Cannes, que se estrenó el miércoles pasado. Su director, Leslie Greif, comenzó a rodarlo poco después de que este animal cinematográfico muriese, a los 80 años, el 1 de julio del 2004.

"Es la primera vez que amigos y compañeros hablan de Brando. Y, desde luego, la primera vez que reunimos a tantas estrellas para contar cómo era el actor", explica Greif a este diario, subrayando el poder de convocatoria del hombre que reinó en los 50 con La ley del silencio, y resucitó en los 70 con las obras maestras de Coppola y Bertolucci.

HASTA 75 ENTREVISTAS Tanto lo admiran en Hollywood que realizaron hasta 75 entrevistas para este filme que repasa su trayectoria, su apoyo a la causa de los negros e indios americanos, sus mujeres y la tormentosa relación con una madre alcohólica y un padre distante. Aquí están Al Pacino, Dennis Hopper, Jane Fonda, John Turturro, Johnny Depp, Martin Scorsese, Martin Landau, Karl Malden, Jon Voight, Edward Norton y Sean Penn, además de sus compañeras de colegio en Omaha.

Hay vídeos caseros y una inédita prueba para Rebelde sin causa (papel que se llevó James Dean), en la que un tímido Brando muestra su perfil y recuerda anteriores trabajos, como su poderosa actuación en Un tranvía llamado deseo en Broadway.

"El impacto de Brando en la profesión fue tan poderoso que querían mostrarle su respeto", apunta Greif, que disculpa por problemas de agenda la gran ausencia de Coppola, el cineasta que recuperó a Brando en El padrino y Apocalypse now.

"Quincy Jones, gran amigo del actor, ha elegido la música que más le gustaba. Y Andrea Morricone, hijo de Enio, ha compuesto cinco temas para esta cinta". Lo que Greif --y parte del público-- no conocía era su faceta de inventor (hasta patentó un sistema de agua para un hotel). Y le gusta cómo hablan de él.

Así, mientras su amigo George Englund cuenta que no le gustaba actuar porque empezó a hacerlo en casa para entretener a su madre borracha, Robert Duvall "no compra" esa idea; Voight habla de Brando y Elia Kazan como "los dos grandes iconoclastas"; Norton cree que era "increíblemente masculino y femenino a la vez"; Penn destaca su humanidad, y todos coinciden: "Hubo un antes y un después de Brando".