No habrá inundación de fotos ni listas de los mejor y peor vestidos ni pistas sobre tendencias de la moda. Con la cancelación de la ceremonia y fiestas de los Globos de Oro, Hollywood se ha visto obligado a recoger la primera gran alfombra roja del año. Desaparece, así, una importante pasarela y se descalabra toda una red industrial que da exposición y trabajo a diseñadores, estilistas y peluqueros, paparazis...

Que la alfombra roja no se desenrolle el domingo en Los Angeles es un varapalo para los diseñadores que empiezan y para los que se inspiran en los ya asentados y que, en cuestión de días tras las galas, sacan a la venta versiones accesibles de los modelos de marca. Famosos creadores como Domenico Dolce y Roberto Cavalli minimizan el impacto. "Si, por ejemplo, se cancelaran los Oscar, no nos preocuparía mucho desde el punto de vista del negocio", decía el primero. "Para ser honestos --declaraba el segundo-- lo que alimenta la alfombra roja es el ego y la propia vanidad del diseñador".

Sin embargo, grandes casas como Versace, Chanel, Dior y Valentino también pierden una de sus más destacadas plataformas de publicidad gratuita, como le explicaba a The Wall Street Journal Robert Burke, asesor de marcas de lujo: "Que uno de sus vestidos desfile por la alfombra roja ayuda a vender los zapatos, los bolsos, los perfumes de esa casa".

También para firmas más modestas, como Nina Ricci, se esfuma una ocasión como la del año pasado, cuando el modelo que lució Reese Whiterspoon impulsó un acuerdo que convirtió a la actriz en maniquí de Ricci.

Mientras, Richard Blackwell, el diseñador con la lengua más afilada, publica en People su 48 lista de las 10 mujeres peor vestidas del 2007, "uno de los años más desastrosos para la moda", dice. El experto salva a Britney Spears, vencedora en el 2005 y el 2006, por respeto a sus problemas personales. Victoria Beckham hereda el trono por sus "miniesqueléticas monstruosidades" textiles. El segundo lugar es para la cantante Amy Winehouse, por su nula gracia como percha, y el tercero, para la actriz Mary-Kate Olsen, por su estética "andrajosa". Lindsay Lohan, que "ha hecho caer la moda a un nivel muy bajo", es novena.