La infanta Sofía cumple hoy su primer año. Despierta, gordita, con unos grandes ojos que buscan todo lo que se mueve a su alrededor, la hija pequeña de los príncipes de Asturias es un bebé simpático cuyos rasgos recuerdan mucho a su abuelo materno, Jesús Ortiz. La última vez que apareció en público fue el pasado 20 de abril, en Palma de Mallorca, donde su padre participaba en las regatas.

Sofía vino al mundo por cesárea en la clínica Ruber Internacional de Madrid un 29 de abril. Nació pasadas las cinco de la tarde y pesó 3.310 gramos. Hubo que esperar cinco días para ver su carita. Tenía menos pelo y era más morena que su hermana Leonor. Fue bautizada con el nombre de Sofía en honor a su abuela, la Reina.

Durante su primer año de vida, la infanta ha aparecido en público en contadas ocasiones y casi siempre coincidiendo con posados de la familia real. La primera vez que le vimos los ojos fue a los tres meses, en su bautizo. "Es una niña muy despierta y nos deja dormir menos que Leonor", comentó entonces Letizia.

La pequeña volvió a posar ante las cámaras un mes después en Palma, durante sus primeras vacaciones. Letizia ofreció una tierna imagen con la niña dormida en sus brazos en la lancha Somni . En septiembre, siguiendo la tradición, sus padres la presentaron ante la Virgen de Atocha, como hicieron con Leonor. Ese día Sofía no paró de morderse los puños porque le estaban saliendo dientes. Después se la ha visto en foto con motivo de la Navidad y del 40º cumpleaños de su padre, y en Semana Santa, en Palma. Sus padres le han preparado hoy una fiesta para que sople su primera vela.