Isabel II tenía 21 años cuando se casó con Felipe de Edimburgo, un primo lejano suyo del que se enamoró perdidamente. De eso hace ya 60 años y el Palacio de Buckingham ha decidido celebrarlo con una exposición que incluye, entre otros objetos, su suntuoso vestido de novia. La reina tuvo el viernes el privilegio de visitar en privado la muestra y se quedó extasiada al contemplar su traje de novia y todos los recuerdos de aquel día, como se puede apreciar en la imagen.

La exposición, que abre hoy las puertas al público, presenta el largo velo bordado de brillantes y perlas que lució el 20 de noviembre de 1947, así como los trajes de las damas de honor e imágenes del pastel de boda. El Palacio de Buckingham exhibe, además, algunos de los 2.500 regalos que recibió la pareja, entre ellos, joyas incrustadas con diamantes y una máquina de coser.

La muestra, que se puede visitar hasta el 28 de septiembre, incluye películas sobre el enlace, que fue una oportunidad para que Gran Bretaña, que salía de una guerra implacable, festejara unida el acontecimiento.