Como "buena francesa" y "mujer coqueta", escandalizó a las damas de la España negra cubriendo sus piernas con un sofisticado "artilugio" de fina gasa: unas medias. Corría el siglo XVI, y ella era Isabel de Valois, la jovencísima tercera esposa de Felipe II, que se casó con 13 años. Así presenta la escritora Mari Pau Domínguez a la transgresora reina en el El diamante de la reina (La Esfera de los Libros) que ya va por la tercera edición. La novela narra la difícil adaptación de la joven francesa al imperio en el que nunca se ponía el sol, y su estrecha relación con la moda. Domínguez explica curiosidades como que De Valois fue la primera reina española que jamás repitió un vestido en público o que el mérito de que la monarquía vistiera con la pomposidad que la distanciaba de la clase plebeya es de la francesa, cuyo estilo es, pasados más de 400 años, fuente de inspiración para muchos modistos. La historia empieza cuando De Valois llega a España para conocer a Felipe II, con quien la casaron por interés.

La ropa no dejaba un centímetro de piel a la vista, así que De Valois les cosió sus más bellas joyas. Fue la primera que se recogió el pelo en las grandes ocasiones y que lució cuellos alzados, que recuerdan al del vestido de novia de Letizia Ortiz. Lució tocados (que ha recuperado Vivienne Westwood) mangas abullonadas (como las de Lady Di en su boda) y golas al cuello (Elio Berhanyer las tiene en su colección de primavera-verano).