El día en que Beatrice Delap quiso a sus 9 años organizar un motín contra los profesores de su colegio, se dio cuenta de que necesitaba ayuda. La elección de a quién recurrir, le pareció obvia. ¿Hay alguien mejor que el capitán Jack Sparrow para liderar la insurrección? Así que Beatrice envió una carta, firmada, como corresponde, con una calavera y dos tibias cruzadas, al pirata más famoso del mundo. "Capitán Jack Sparrow, en la escuela de primaria Meridian somos un grupo de jóvenes piratas en ciernes y tenemos problemas para amotinarnos contra los profesores. ¡Nos encantaría que vinieras a ayudarnos!", decía la nota. La sorpresa fue mayúscula cuando Johnny Depp, ataviado con todos los atributos de su famoso personaje en la gran pantalla, se presentó en el colegio de Greenwich, al sur de Londres.

ABRAZO A LA AUTORA La estrella de Hollywood está rodando estos días la cuarta entrega de Piratas del Caribe, en el Old Naval College, un centro histórico dedicado a la marina, muy cerca de la escuela de Beatrice. Apenas 10 minutos antes de su llegada, Depp llamó al colegio diciendo que iba para allá. Los alumnos apenas tuvieron tiempo de reunirse en asamblea, para recibir al capitán Sparrow, que iba acompañado de otros cuatro compinches de reparto. Hubo bailes, canciones, aplausos. Depp, con la carta que había recibido en la mano, reclamó la presencia de la autora y le dio un abrazo. Después prometió que los piratas se harían con la escuela y todos iban a comer caramelos hasta que los dientes se les pusieran negros y se les cayeran. Luego lo pensó mejor, y les convenció de abandonar la idea de tomar la sala de profesores. "Quizás no deberíamos tener hoy el motín, porque hay policía ahí fuera que me vigila", les dijo el actor, padre de dos hijos con edades muy parecidas a las de los alumnos.