Enferma terminal de cáncer, Jade Goody, estrella de la telebasura británica, contrajo ayer matrimonio en una ostentosa ceremonia, con un centenar de invitados. La boda con su novio, Jack Tweed, recién salido de la cárcel, se celebró en un lujoso hotel al norte de Londres. La ceremonia, por la que una revista y una cadena de televisión han pagado más de un millón de euros es la última exclusiva de Goody, que ha decidido vender cada instante de sus padecimientos con un cáncer que a los 27 años está acabando con su vida. En el show mediático se ha terminado involucrando el primer ministro, Gordon Brown, que ha mostrado su simpatía por la joven.