Johnny Hallyday, la leyenda del rock francés, inició anoche en París sus tres últimos macroconciertos dentro de la gira con la que se despide este año de los escenarios. Cuando cumple 50 años de carrera, el Elvis Presley del mundo francófono ha decidido que es tiempo de jubilarse de los estadios con un show titulado Tour 66 , un guiño a su edad y a la mítica ruta que cruza Estados Unidos, donde reside largas temporadas con su joven esposa, la bella y mediática Laetitia, y sus dos hijas.

El mundo del espectáculo francés, desde Jean-Paul Belmondo a Alain Delon, pasando por Jean Reno o Mireille Darc, acudió anoche al Estadio de Francia para decir adiós a su roquero más longevo. Su primera mujer, la cantante Silvie Vartan, con la que formó una de las parejas más glamurosas de los años 70, subió al escenario para unir su voz a la del cantante de mirada felina. El hijo de ambos, David, también músico, emocionó al público tocando a dúo con él.

El concierto será retransmitido hoy por TF1, el primer canal privado de televisión. Idolatrado por varias generaciones de fieles seguidores, Johnny Hallyday copa estos días los medios de comunicación franceses, que le rinden homenaje con amplios documentales y reportajes.

Sin embargo, su poderosa garganta solo abandona las actuaciones en directo. El patrón, como le llaman muchos músicos más jóvenes, seguirá grabando y haciendo cine. Su último papel, como protagonista de la película Venganza de Johnn y To , compitió en la selección oficial del festival de Cannes. Nacido en Bruselas con el nombre de Jean-Philippe Smett, Hallyday, afirma querer dedicar más tiempo a su familia y a las causas humanitarias. Su esposa Laetitia, exmiss Francia y embajadora de Unicef, lleva a cabo una intensa labor en defensa de los derechos de los niños. El seguirá siendo un monumento nacional, pero la sex symbol , ahora, es ella.