El torero José Ortega Cano tuvo que recurrir al tequila para mitigar el trancazo griposo que sufrió el sábado poco antes de una corrida de toros sin sangre en Las Vegas. Antes de saltar al ruedo, el diestro se sintió indispuesto y, tras vomitar, tomó un trago del licor mexicano y se enfrentó al morlaco. El matador, que arrancó la ovación del público (en la foto, durante la vuelta al ruedo), se quejó de no poder rematar la faena. En Estados Unidos, las leyes prohíben los espectáculos donde se matan animales y las corridas se realizan con velcro. El toro lleva un trozo de velcro en su lomo, donde se clavan las banderillas. A la hora de matar, los toreros sustituyen la espada por una flor.