Los Reyes iniciaron ayer su primera visita oficial a Australia en más de dos décadas con un recorrido de la capital, Canberra. A su llegada, a pie de las escalerillas del avión, les esperaba la gobernadora general de Australia, Quentin Bryce, en cuya residencia se alojarán durante tres días. Por la tarde, los monarcas visitaron el Parlamento, donde el primer ministro, el laborista Kevin Rudds ofreció una recepción en su honor con representantes del país, y un grupo de aborígenes, los primeros habitantes del continente australiano, que obsequiaron al Rey, el día de su santo, con un bumerán (foto).