Los Juegos Olímpicos de Pekín se han convertido en una pasarela por la que han desfilado numerosas caras conocidas. Más de 80 representantes de las monarquías reinantes, mandatarios mundiales, empresarios, modelos, y miembros de la jetset se han dado cita en China para apoyar a los deportistas.

Alberto de Mónaco, miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), encabezó el desembarco de la realeza europea en Pekín. El príncipe acudió a los Juegos con su novia, la nadadora surafricana Charlene Wittstock, a la que presentó a la reina Sofía, a la infanta Cristina y a Iñaki Urdangarín, que relevaron a los príncipes de Asturias. En las gradas, también se ha visto gritar y animar a sus compatriotas a los reyes Harald y Sonia de Noruega, a Gustavo y Silvia de Suecia, y a los príncipes Federico y Mary de Dinamarca y Guillermo y Máxima de Holanda.

MARADONA APOYA A ARGENTINA

Maradona viajó a Pekín para ver el partido de la selección de fútbol argentina ante Holanda. Y Athina Onassis acompañó a su marido, Alvaro de Miranda para verlo participar en las pruebas hípicas, aunque el jinete tuvo que renunciar porque su caballo sufrió una lesión.

Bill Gates, su esposa, Melinda, y sus dos hijas también disfrutaron de los juegos donde coincidieron con el presidente de Estados Unidos, George Bush y su esposa, Laura, y con la modelo Cindy Crawford.