Unas 200 personas, entre ellas miembros de la casa real saudí, una princesa alemana y destacados empresarios, pagaron 1.600 euros por asistir a una cena que incluía un concierto íntimo de Julio Iglesias en un hotel de lujo de Estepona (Málaga). En la fiesta, celebrada la noche del sábado, la mujer del artista, Miranda, se movió al ritmo de la música desde la silla en la que siguió la actuación del artista, acompañada del presidente del grupo turístico Globalia, Juan José Hidalgo.

JETS PRIVADOS Repartidos por el resto de mesas se encontraban numerosas celebridades de hasta 17 nacionalidades que se rascaron el bolsillo para estar presentes en tan exclusiva noche en Las Dunas Beach Hotel & SPA, un hotel de cinco estrellas gran lujo de la Costa del Sol. La crisis, por lo visto, parece no afectar a este tipo de público.

Muchos de los asistentes se desplazaron hasta Estepona con su jet privado. Llegaron descapotables, Rolls Royce y Mercedes hasta la puerta de este concierto al borde del Mediterráneo, una de las pocas actuaciones previstas este verano en España de Julio Iglesias, quien ha pasado antes por Suráfrica, acabará en Nueva Zelanda y ahora está encantado de estar "en casa".

"Si se van esta noche y hacen el amor en vertical, el año que viene les cobraremos más", dijo a los asistentes. Son las cosas de Julio, que casi para despedirse afirmó que no canta por dinero. "Canto porque si no canto me muero, porque me siento bien en mi casa, que es el escenario", sobre el que lleva 40 años. Y afirmó que su corazón "es España" y su cabeza, "el universo".

Hasta la misma tarde del espectáculo se acercaron interesados en asistir y se llegaron a ofrecer hasta 5.000 euros, más del triple del precio de la entrada. "No es cuestión de precio, todos pagan lo mismo", según explicó el director de ventas del hotel, Christof Leibenger, que confirmó que unas 100 personas se quedaron fuera porque el aforo de la sala es limitado. En la hora y media larga de concierto, el cantante se dirigió al público en inglés y en español. Arrancó con su Quijote y cerró con su Me va, me va, me va, me va, me va... Entre los asistentes se encontraba la alcaldesa de la vecina Marbella, Angeles Muñoz.

Todas las habitaciones del hotel donde se celebró el concierto son suites de hasta tres dormitorios. La suite presidencial y la suite real tienen una extensión de 210 metros cuadrados cada una. Por ellas han pasado celebridades como Antonio Banderas y su mujer Melanie Griffith o Joaquín Cortés.