Imaginemos que Rafa Nadal se casa. Y que monta un superbanquete para celebrar el enlace con su novia de siempre, Xisca Perelló. Y que lo hace en la monumental Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, nueva sede del ayuntamiento de Madrid. Y que invita a centenares de amigos, muchísimos de ellos famosos, populares, ricos. Y que contrata a Julio Iglesias para que amenice los postres, los cafés, las copas y los puros. Todo eso ocurrió el miércoles, con la salvedad de que el tenista no se casaba (es más, su pareja no acudió a la cita), sino que organizaba una cena de gala tras el partido contra Roger Federer de aquella tarde en favor de la fundación que lleva su nombre y que ayuda a jóvenes desfavorecidos.

Más de 500 comensales acudieron a la llamada del crack, que junto con Federer fue la estrella de la noche... hasta que apareció en escena (por su lado bueno, naturalmente), Julio Iglesias.

FAMA DE TRUHAN El suizo, que se fue a media cena para regresar con su familia, no vio el show del "español más universal", "cantante increíble" y "fenómeno de persona", tal y como lo había presentado el mallorquín. No perdió el avión de vuelta a casa, pero sí se perdió una actuación en la que el crooner latino repasó casi todos sus éxitos (casi 20), bromeó sobre su fama de truhán y elogió a Nadal hasta hacerlo enrojecer.

Más que cantar para él y sus invitados, Julio Iglesias le cantó a él y sus hazañas con la raqueta. Y entre canción y canción, le soltaba cualquier cosa que se le pasaba por la cabeza.

"ME HAS HECHO VIBRAR" Sirva de muestra el inicio de su actuación, que contó con el apoyo de una banda de cinco miembros, tres coristas y una pareja de baile: "Cada vez que Rafa está en cualquier pista del mundo, lo miro como un español universal. Es el deportista más grande de la historia del pueblo español. Además, un ser entrañable. Lo tiene todo. Los españoles estamos orgullosísimos de ti". Más adelante dijo: "Te dedico la noche por tantos y tantos días que me has hecho vibrar y emocionar. Cuando me llamaste para venir a Madrid pensé en todo el cariño que me has dado. Me has hecho sentir tan español...".

Unas palabras que complacieron al expresidente del Gobierno José María Aznar, sentado en una mesa frente al escenario junto a su mujer, Ana Botella, el torero Enrique Ponce y su esposa, Paloma Cuevas. Junto a ellos estaba la hija del cantante e Isabel Preysler. Chábeli aplaudió a rabiar cuando su padre abordó el tema que le dedicó de pequeña: De niña a mujer.

Aznar, que había sido abuelo por cuarta vez aquella mañana (su hija Ana y su yerno, Alejandro Agag, tuvieron al pequeño Alonso), fue fiel a su proverbial hieratismo y apenas movió el bigote cuando Iglesias le nombraba ("José María", "presidente"), ya fuera para celebrar el 8-0 del Madrid al Levante o para dedicarle la frase "los buenos quedan, los demás se van" de La vida sigue igual.

También estuvo quietecito el otro Alonso, hijo del expresidente popular, que llegó acompañado de su amigo Javier Hidalgo, vástago del dueño de Viajes Halcón y Air Europa. Nada que ver con la juerga que se corrió el pasado mes de abril en una discoteca de la Barceloneta al grito de "¡tequilazo!".

Nadal, con un traje oscuro (quizá de Armani, que acaba de ficharle como imagen de la marca) y un reloj Richard Mille casi tan bueno como el de 250.000 euros que le robaron en el vestuario del Abierto de Estados Unidos, acabó coreando Soy un truhán, soy un señor, que Iglesias remató con las palabras "soy un truhán, soy español".

INVITADOS REALES El cantante sudó la camisa, la levita y la americana, y demostró estar tan en forma como su anfitrión. Tanto uno como otro hicieron disfrutar a sus invitados. Algunos solo pudieron ir al partido, como la reina Sofía, los príncipes Felipe y Letizia, las infantas Elena y Cristina, y todos sus nietos; la duquesa de Alba y su hijo Cayetano, David Bisbal (el almeriense cantó antes del encuentro en la Caja Mágica), Pedro Almodóvar, Elena Anaya y el futbolista Fernando Llorente. Sí estuvieron en la cena, en cambio, Paz Vega, Vicente del Bosque, Nieves Alvarez, Mar Saura, Carmen Posadas, Eugenia Martínez de Irujo, Carlos Moyá y su pareja, Carolina Cerezuela.