Leonardo DiCaprio presumió ayer de yate y de algún que otro kilito de más en aguas de Ibiza sin la espectacular Bar Rafaeli. La modelo israelí también ha elegido las cálidas aguas del Mediterráneo para aliviar los sofocos de este tórrido agosto, pero se ha refugiado algo más al norte, en el glamuroso y coqueto Saint Tropez. Los paparazis han pillado a DiCaprio a bordo del My Issue, un lujoso yate de 34 metros de eslora, cuyo alquiler diario ronda los 100.000 euros. Una cifra insignificante para la estrella de Hollywood, que ha lucido sin complejos un desenfadado bañador azul con un estampado floreado al estilo hawaiano, y se ha dejado ver compartiendo risas y arrumacos con una despampanante morena que podría ser su nueva novia, después de los insistentes rumores de ruptura con Bar Rafaeli. Según han desvelado algunos diarios baleares, DiCaprio no fue ayer la única estrella que surcaba las aguas de la mayor de las islas Pitiusas. Sylvester Stallone también disfrutó de los encantos de la isla de Ibiza junto a su familia, en un yate propiedad del multimillonario británico Philip Greens.