Las infantas Leonor y Sofía asistieron ayer en el Real Club Náutico de Palma al concierto de rock que ofreció Jaume Anglada, miembro de la tripulación del CAM, en favor de la Fundación Alex, que promueve la integración de las personas discapacitadas. Las pequeñas, acompañadas de Letizia y el príncipe Felipe, rieron y se movieron al ritmo de las canciones junto con otros niños, sin mostrar el más mínimo síntoma de cansancio a pesar de que habían tenido un día ajetreado.

Por la mañana tuvieron una visita cultural. La reina Sofía cumplió con una tradición de las vacaciones estivales: visitar el Museo del Vidrio Gordiola, en Manacor. En esta ocasión, quiso enseñar a sus nietas cómo se fabrica el vidrio soplado. Era la primera vez que las pequeñas infantas visitaban el museo, en el que ya habían estado todos sus primos porque la soberana los ha llevado en varias ocasiones.

Sobre las 11 de la mañana, la Reina, que vestía una casaca verde, pantalón blanco y menorquinas del mismo color, llegó con Letizia y las niñas al castillo de inspiración románica y gótica construido por los Gordiola para albergar el museo. La Princesa iba con un pantalón gris, una camiseta a rayas grises y blancas y con el pelo recogido en una coleta, mientras que las pequeñas vestían pantalón corto y blusa, blanca con puntillas, Leonor, y con un estampado rosa y verde, Sofía. Las cuatro estuvieron dos horas viendo la colección de obras artesanales en vidrio. Al acabar el recorrido, Letizia compró una botella de decoración y objetos pequeños para las niñas.

Antes de regresar al palacio de Marivent en automóvil, posaron a las puertas del museo para los medios gráficos, donde la Reina y su nuera exhibieron su gran complicidad. El colofón de la visita fue ver a Leonor acariciar a un pequeño perro que su dueña llevaba sujeto con una correa. A la pequeña le encantan los animales.