No hay coronaviurs ni pandemia mundial que pueda con el espiritu veraniego de Leticia Sabater. Con la llegada del incipiente calor y las progresivas medidas de desconfinamiento del covid-19, la popular cantante ha vuelto a la carga con su nuevo tema para el verano. Si primero fueron los bombazos de La salchipapa y Toma pepinazo, ahora la artista catalana amenaza las listas de éxitos con Vete pal carajo tra tra , una canción que mezcla los ritmos latinos urbanos con inspiraciones de flamenco pop, que para sí querría la mismísima Rosalía.

Pero si el tema aspira a colarse entre los candidatos a la canción del verano, si es que aun existe esa categoría, el videoclip que lo acompaña no quiere ser menos y promete ser uno de los más virales y comentados de la temporada.

Vestida de novia con pelucón platino, uñas infinitas y satisfyer en la liga, cual chica Bond con pistola al cinto y correajes en la playa, con biquini de lunares, abanico y peineta y luciendo tatuajes y un moreno subido, Leticia no se corta un pelo y ofrece cuatro minutos de autentica cultura trash. Un spanish bizarro plagado de cromas, calles de urbanizaciones abandonadas y jardines con piscina de restaurante de bodas y bautizos.

¿La canción? , pues resulta que el novio de Leticia la deja plantada en el altar (en la playa) y esta no duda en tomarse la justicia por su mano como si de una Kill Bill cañí se tratará. Y con un Pablo Escobar de pega amenazando al muchachote con un fulminante: Yo soy Pablo Emilio Escobar Gaviria, soy su patrón y mis ojos están en todos lados. Si usted hace daño a mi sobrinica Leticia, le doy plomo, malparido, hijo de puta, gonorrea!". Impagable.

Treinta años de carrera artística

Con casi 30 años de trayectoria artística, en los que ha alternado programas de televisión, teatro, cine, realitys e incluso la literatura, la expresentadora de A toda marcha sigue empeñada en su carrera musical desde que en 1991 debutase con Tu vecina favorita. Son ya 10 años de apabullantes canciones veraniegas con Mr. Policeman, La salchipapa o 18 centímetros, papi, entre otras joyas del estio patrio, y de incursiones navideñas con sus villancicos alternativos al estilo de El polvorrón y Trínchame el pavo.

Parece que para el bien de todos el covid-19 va a la baja, pero para el asombro de algunos la Sabater siempre está a la alza.