Después de dar un zarpazo más al Mundial de fórmula 1, donde se ha erigido como rey indiscutible tras un inicio de campeonato dubitativo, Lewis Hamilton se ha propuesto buscar emociones fuertes. Más fuertes que adelantar a otros bólidos a 300 km/h en un circuito. Más que perrear con varias mujeres a la vez, como hizo hace unos días en la fiesta mayor de Barbados hace unos días. Por ejemplo, retozando con grandes felinos como leones, tigres y guepardos, jugando con ellos, y jugándose la vida también, todo hay que decirlo, por muy tranquilo que aparezca en el vídeo que ha compartido en las redes sociales.

Lewis Hamilton ha estado en la Fundación Black Jaguar-White Tiger de México, una reserva que cuida de grandes felinos en peligro de extinción, divirtiéndose con los animales, algo que no ha gustado a la organización PETA, que ha criticado al tricampeón del mundo de fórmula 1 en un comunicado: "Ver grandes felinos utilizados para fotografías promueve la idea de que los animales salvajes están aquí para la diversión humana y para hacer lo que les place a los seres humanos, en vez de ser dejados en paz en su propio hábitat".