Media hora antes de salir al escenario, mientras el público va ocupando sus asientos en la sala, el actor en su camerino vive su particular cuenta atrás a base de rutinas y supersticiones. Esa intimidad es la que ha retratado el británico Simon Annand, quien a lo largo de más de 20 años ha fotografiado entre bambalinas a las grandes figuras británicas de la interpretación en esos minutos previos a que suba el telón. Un trabajo monumental que queda ahora recogido en un libro (The half, en referencia a la media hora previa al espectáculo en que se tomaron las fotografías), y se expone, además, en el Museo del Teatro de Londres.

Daniel Day Lewis aparece con 30 años en el camerino del National Theatre de Londres. Era 1986, y el ganador de dos Oscar --el último, por Pozos de ambición-- ya había protagonizado películas como Mi hermosa lavandería y Una habitación con vistas, aunque seguía fiel a su formación en los escenarios con Los futuristas. El indiscreto Annand accedió también a esos momentos de intimidad que para algunos como Kevin Spacey, a punto de interpretar su primer shakespeare (Ricardo II, en el teatro que hoy dirige, el Old Vic de Londres, en el 2005), son "de un terror miserable".

Las instantáneas recogen esos ritos. Silencio y las fotos de un buda y de Sid Vicious de los Sex Pistols bastan para que Daniel Radcliffe deje atrás a Harry Potter y se concentre antes de salir y desnudarse en la obra Equus. A Vanessa Redgrave le basta con una taza de té, mientras que Ewan McGregor y Jeremy Irons solo piden un cigarrillo.