La actriz Lindsay Lohan quedó detenida esta madrugada en el área de Los Ángeles bajo sospecha de conducir en estado de embriaguez y posesión de cocaína, pocos días después de completar un programa de rehabilitación.

Según explicaron hoy las autoridades policiales californianas, Lohan, que ya afrontaba cargos por conducir ebria tras un accidente de tráfico hace dos meses, recibió de un agente la orden de detenerse cuando conducía en la ciudad de Santa Mónica, vecina a Los Ángeles, pasada la medianoche.

La Policía explicó que había recibido denuncias de que dos vehículos estaban circulando por la zona de forma peligrosa, en uno de los cuales iban Lohan y otras dos personas. Los agentes sometieron a la protagonista de "Freaky Friday" a una prueba de alcoholemia, que dio positiva, por lo que quedó bajo custodia policial. Un registro posterior encontró restos de polvo de color blanco en los bolsillos de la actriz, sustancia identificada después como cocaína.

Lohan ha quedado ingresada en la prisión de Santa Mónica, bajo la sospecha de manejar ebria y con el permiso de conducir suspendido, así como encontrarse supuestamente en posesión de drogas.