A sus 81 años, Jane Fonda lleva a la activista Greta Thunberg «en el corazón». Dice que la joven sueca «vio la verdad» respecto al calentamiento global y le hizo darse cuenta de que, como famosa, podía ser un ejemplo de lo que «la gente puede hacer». Por eso, la actriz empezó la iniciativa Fire Drills Fridays (Viernes de simulacro de incendio), para llamar la atención sobre ese fenómeno mediante la desobediencia civil y la divulgación. Hasta el 28 de diciembre, Fonda y sus seguidores protestan frente al Capitolio, donde suelen acabar arrestados.

—¿Cree que la desobediencia civil es necesaria en la lucha contra la crisis climática? ¿Debería trasladarse a otras causas?

—No hay lucha más importante que la del cambio climático. Pero además, el resto de luchas están ligadas a esta. Ya sea la desigualdad económica, la violencia sexual, la injusticia alimentaria o la inmigración; sea lo que sea, irá a peor a menos que podamos darle la vuelta al daño hecho a la atmósfera.

—¿Afecta más esta crisis a los pobres?

—Los países pobres del hemisferio sur serán los primeros en quedarse sin agua ni comida por el aumento del nivel del mar. Ocurrirá en Vietnam, Bangladés, algunos lugares de la India y, ya hoy, en partes de Sudáfrica y el resto de África, así como en Filipinas.

—Una de las consecuencias de esta crisis es la inmigración. ¿Qué opina de que EEUU, uno de los países más contaminantes del mundo, tenga una política migratoria tan restrictivas?

—Es inmoral e inconcebible que este país tenga una política sin piedad hacia los inmigrantes. Somos un país de inmigrantes. La Administración de Trump hace todo mal cuando corta los fondos a países como El Salvador, Honduras o Guatemala. Eso se traduce en más gente sufriendo que necesitará irse de esos países y venir al norte para sobrevivir.

—¿Tiene esperanza en la conferencia sobre el cambio climático de Madrid, teniendo en cuenta que EEUU inició el 4 de noviembre el proceso formal para retirarse del Acuerdo de París?

—Es inmoral y criminal lo que EEUU hace al abandonar el Acuerdo Climático de París. Imploro al resto de países presentes en la conferencia: no sigáis nuestro fatídico ejemplo, haced lo necesario y haremos lo posible para cambiar de administración el próximo noviembre.

—Si Trump gana la reelección. ¿Se acaba la esperanza?

—Somos más que él, tenemos que pararlo. Y más y más gente se da cuenta de que si los que están en el poder han sido elegidos es porque mienten. Se extienden por todo el mundo.

—¿Cómo se materializa eso?

—Significa que todos los países que acudan a la cumbre de Madrid tienen que asumir la reducción del uso de combustibles fósiles en el 50% para la próxima década y en el 100% para mediados de siglo. Eso es lo que tiene que ocurrir si queremos evitar la catástrofe.

—Ha sido detenida varias veces en el Capitolio, ¿hay algún punto en el que decidiría parar?

—Tiene gracia lidiar con la policía en Washington, porque nunca antes habían tenido que arrestar a una persona famosa una, dos, tres o cuatro veces..., así que no saben qué hacer. Mi abogado me ha dicho que si me arrestan una vez más iré al calabozo otra vez, y en la siguiente ocasión tendría que pasar tres meses en prisión. No me lo puedo permitir porque, en primer lugar, he firmado un contrato con la serie Grace and Frankie y, segundo, porque ahora ya tengo una plataforma. Quizá pueda llevar los Fire Drill Fridays a Los Ángeles.