" ¡Give it to me, New York! ", gritaba Madonna sobre el escenario mientras cantaba la canción de su nuevo trabajo, Hard Candy . Hay que dárselo, sí. Hay que reconocer que Madonna baila como nadie y tiene la piel de un camaleón, con una incombustible capacidad para conseguir el lanzamiento de discos superventas, acertar en los sonidos y poner de moda nuevas modas. Lo lleva haciendo desde hace 25 años, y Hard Candy no iba a ser una excepción.

HIP-HOP A punto de cumplir los 50 años, la reina del pop va de hip-hop, como demostró el miércoles ante los 2.200 fans que llenaron el Roseland Ballroom de Manhattan en un concierto gratuito e íntimo (comparado con sus multitudinarias actuaciones en estadios) donde tocó seis canciones durante 32 minutos exactos.

Así, junto a los neones de Times Square, comenzó la promoción de su último disco con Warner (antes de cobrar los 120 millones de dólares de su nuevo acuerdo con Live Nation), que continuará en París y Londres. Durante el concierto, Madonna lució su nueva imagen: chándal negro con rayas doradas, camiseta de encaje, collar con su nombre y guantes de break dance. Y junto a ella, tuvo como invitado a Justin Timberlake (juntos, en la foto), su socio en Hard Candy , para cantar a dúo el tema 4 Minutes y demostrar cómo los blancos también bailan.