A Madonna le gusta dar sorpresas. Y ahora sabemos que para despedir dar la bienvenida al 2019, la artista, acompañada por su hijo David Banda, de 13 años, a la guitarra, ofreció un concierto íntimo en el bar Stornewall Inn, en el barrio de Greenwich Villlage en Nueva York y donde comenzó la lucha del movimiento gay en Estados Unidos hace 50 años.

"Quiero decir que nunca he actuado en un escenario tan pequeño", explicó al público, sorprendido y encantado por la presencia de la artista, vestida de negro y calzada con unas botas altas. "Estoy aquí en el lugar donde comenzó el orgullo, el legendario Stonewall Inn, en el nacimiento de un nuevo año. Nos reunimos esta noche para celebrar los 50 años de revolución", indicó esta artista que durante todo su carrera ha sido un icono para la comunidad LGBTI .

El bar había anunciado que la artista sería su embajadorapor el 50 aniversario de al revuelta del Stornewall, pero los fans no pensaban que actuaría en Nochevieja. Madona interpretó canciones como 'Like a Prayer' y 'Cant help falling in love', de Elvis Presley. "Tengo un par de cosas serias que decir. 2019 es el año en el cual comenzaré a usar gafas", bromeó la artista, de 60 años, y comenzó a leer sus tarjetas adornadas por un arcoiris. "Nunca olvidemos las raíces del Stonewall ni a aquellos que se levantaron y dijeron basta. Hace medio siglo, Stonewall se convirtió en un punto crucial en la historia".