Hay mil biografías densas y llenas de datos de Madonna. Cuarenta años de reinado en la cima de la industria de Louise Veronica Ciccone dan para mucho. Pero el tándem de Los Prieto Flores (Borja Prieto y Natalia Flores son pareja, padres de cuatro hijos, dueños de su propio sello indie, 'youtubers' y creativos publicitarios que han trabajado para Marilyn Manson, Paulina Rubio o Zahara) e Isa Muguruza, la joven ilustradora oficial de los libros de La Vecina Rubia, proponen ahora su propia versión, 'Madonna. Una biografía' (Plan B), "una especie de cuento con imágenes sobre '¿Quién es esa chica?', una panorámica para poner en el podio que creemos que sigue ostentando y explicar su vida e hitos a los fans que quizá no la conozcan tanto", aseguran los autores, que reconocen que su obra es "casi un fanzine, fresco y desenfadado, hecho por unos entusiastas".

"Hemos crecido con ella. Madonna fue el primer disco que compramos, primero en casetes y luego en CD, iPod, 'playlists...'. Para Muguruza, en cambio, 'millennial' dos décadas más joven que sus compañeros, realizar los más de 50 retratos que trufan el libro a partir de carátulas de discos, pósters, carteles de películas, fotos viejas y vídeos, ha sido descubrir de dónde vienen artistas que adora como Lady Gaga o Katy Perry.

Herederas no solo musicales sino de una forma de entender el negocio musical del que fue pionera Madonna, la tercera de seis hermanos de una familia de clase media de Bay City (Michigan), que llegó a Nueva York a finales de los 70 con una mano delante y otra detrás, 35 dólares en el bolsillo y unas ganas infinitas de triunfar. Borja destaca, precisamente, que el hilo conductor de la obra es "esa ambición y su mente privilegiada, todo el control que tiene desde el principio, no solo en lo artístico, sino también marketiniano, y cómo sabe manejar los acontecimientos para sacarles siempre punta y salir siempre triunfal, lo que la convierte en un ser como del Renacimiento que hemos tenido la suerte de vivir. No se conforma solo con su carrera como música y compositora, sino que está empeñada en demostrar toda su vertiente como actriz, de empresaria, de defensora de causas como la lucha contra el sida, los derechos LGTBI...".

Dominar el mundo

"Es una genia irrepetible e inabarcable, una carrera única, llena de polémicas sonadas, 'hits' atemporales, brillantes estrategias de 'marketing' y decenas de canciones que forman parte de la banda sonora de varias generaciones", sostienen los autores, que abren fuego con una anécdota muy gráfica de la personalidad de la camaleónica artista. "Corre el año 1980. Un ejecutivo de la discográfica Sire Records, atraído por el ruido que está causando en el 'underground' neoyorquino una jovencísima cantante llamada Madonna, decide entrevistarla. El señor le suelta la típica pregunta que hace a todos los nuevos artistas, una clásica encrucijada para ver de qué pie cojean: '¿Qué quieres exactamente?'. Madonna le contesta: 'Quiero dominar el mundo'". Natalia observa que "está claro que lo ha conseguido, y ahora está en la parte más difícil, que es mantenerse ahí. A sus 62 años es uno de los retos más grandes de su carrera". Aunque, subraya: "Su talento para rodearse de los mejores y para sacar lo mejor de ellos está fuera de toda duda.

Desde el principio rompió moldes. Es una constante que se repite como un mantra en un libro "escrito durante este año de pandemia, tras cientos de horas de investigación en muchas revistas, 4 o 5 biografías y mucho imaginario al que cualquiera puede recurrir en Youtube". Borja detalla que "fue muy alucinante encontrar vídeos como el de su primera actuación presentando su primer 'single', 'Everybody', en el club Danceteria o el 'casting' para el papel de Leroy en 'Fame'". "Tenemos hijos de 16, 14, 10 y 6, y muchas veces para explicarles cosas del pasado ya no recurrimos a un libro tocho, sino que les enseñamos vídeos", relata el creativo, que invita a las nuevas generaciones a leer la biografía como una videoguía de la carrera de la artista. "Narrarlo desde ahí es mucho más vivo".

"Me gusta mucho toda la época underground, cuando aterriza en Nueva York para ser bailarina, trabaja en un Dunkin' Donuts, de guardarropa de varios tugurios, de modelo para estudiantes de arte, duerme en el suelo de 'lofts' de varios amigos y, bajo la influencia de su admirado David Bowie y del ambiente de los clubs gais que frecuenta, monta un grupo con su novio de entonces, Dan Gilroy, y el hermano de este, Ed, The Breakfast Club. Empezó tocando la batería, pero en su siguiente grupo, Emmy & The Emmys, ya explotará su rango de voz de mezzosoprano tan característico", cuenta Borja, que destaca cómo enseguida se hizo valer por sí misma e "iba por todo Nueva York repartiendo sus propias maquetas". "Veía lo que pasaba en la noche y ella quería sonar así".

Mil caras y millones de discos

Ahora que ha podido estudiar de cerca al mito para pintarla con el pelo corto, rizado, morena, llena de crucifijos, corsés puntiagudos, con guerrera militar, estética 'bondage' o vestida de 'Evita', Isa comprende mejor a la artista femenina que más discos ha vendido en la historia según, el 'Libro Guinness de los Récords': cerca de 400 millones de copias. Para ella el momento más mágico de su carrera es la época de 'Like a Virgen', el segundo de sus 14 álbumes. Se vendieron 25 millones discos en un año, fue número 1 en 40 países, cinco de las nueve canciones las había compuesto ella misma, y fue la primera vez que algunas asociaciones conservadoras comenzaron a denunciar sus letras. "Nunca habría llegado a ser quien soy si no hubiera tenido todas esas normas anticuadas contra las que rebelarme", suele jactarse la homenajeada, cuya primera actuación en la MTV "forma parte del imaginario colectivo".

14/10/1984: Madonna, nominada por 'Borderline' en los MTV Music Awards, "en una estrategia inaudita de 'marketing', no toca ninguna canción de su primer álbum, 'Holiday', que hubiera sido lo esperado. En lugar de eso, adelanta 'Like a Virgin', que aún no se ha estrenado en las radios. Vestida de novia con el famoso cinturón 'Boy Toy' que le diseñó su amiga Maripol, sale de una tarta y acaba por el suelo, haciendo movimientos pélvicos y pasándose el velo entre las piernas. Los ejecutivos de la cadena pensaron que les cerrarían el canal, pero no fue así. Ella sabía que la estaban viendo 50 millones de personas y era su oportunidad", narra Borja.

Si era Prince el que se paseaba semidesnudo por los escenarios o tenía letras 'hot' no pasaba nada, pero resultaba amenazante que una mujer tuviera por fin el control no solo de su vida sexual, sino de su carrera, resaltan los autores.

Volvió a liarla en el 2003, con otra actuación mítica en el mismo canal. De nuevo interpretó 'Like a Virgin', pero esta vez vestida con un frac y acompañada por sus sucesoras, Britney Spears y Christina Aguilera, las novias de blanco con las que se morrea sobre el escenario, en un mensaje claro de "yo estoy aquí con vosotras, que sois las reinas de este momento, pero yo soy la madre de todas vosotras, recalca Borja. Para Natalia, "es la aplicación perfecta del término sororidad: a todas las artistas que van saliendo ella las va acogiendo, a Britney, a Christina, a Nicki Minaj..., tiene amor para todas", dice sonriendo. "A pesar de lo difícil que es estar arriba en la industria y a pesar de lo competitiva que es Madonna, nunca ha entrado en pelea de divas", remacha.

"Esa ha sido también su fórmula para no envejecer musicalmente, rodearse de los nuevos talentos y reinventarse constantemente", señala Borja. Pasar del pop, al dance y luego a la electrónica, y abanderar distintas causas sociales y políticas la han hecho seguir en el candelero y acumular fans de varias edades. Hasta hoy, que acaba de anunciar que lanzará en Netflix un documental sobre la gira mundial 'Madame X', que quedó congelada por el coronavirus, y mientras trabaja en su propio biopic junto a la guionista de 'Juno' Diablo Cody.

Los autores no abordan en su biografía ni polémicas ni aspectos propios de la prensa rosa, pero recomiendan la cuenta de Instagram de la diva, "un auténtico 'reality'" donde seguir sus andanzas y las de "su tribu", sus hijos (dos biológicos Lourdes Maria y Rocco) y cuatro adoptados en Malawi (David Banda, Mercy James y las mellizas Stella y Estere). Tras la pandemia, creen que volverá "tipo 'crooner', con un disco de duetos" (Borja) o "con una serie para niños" (Natalia). La respuesta, en pocos meses.