Pesa 75 kilos y sus medidas --96 centímetros de busto, 82 de cintura y 109 de cadera-- están muy lejos de ayudarla a convertirse en una top model. Sin embargo, Crystal Renn es la niña bonita de prestigiosos diseñadores y con su último trabajo se ha convertido en la imagen de Why Not?, la nueva colección de Mango, que apuesta por extender su tallaje de la talla 34 a la 46.

Con esta iniciativa, la marca, que tiene previsto abrir una nueva tienda el próximo mes en la Gran Manzana, pretende recordar que la moda no solo está hecha para sílfides. De hecho, las famosas que usan tallas grandes son, hoy en día, más contratadas dentro de la industria de la música, el cine y la televisión. Renn, conocida como plus-size model, ha sido la elegida por la firma como imagen de las tallas grandes.

La modelo, que utiliza la talla 42-44, trabaja en Ford Models, agencia en la que triunfaron maniquís como Twiggy y Stephanie Seymour. A sus 20 años tiene contratos con las marcas americanas Lane Bryant y Torrid y despuntó como modelo estrella del desfile de curve-à-porter con que la firma Elena Miró cerró la Semana de la Moda de Milán.

Sin duda, esta joven llegó para dejar atrás ese mito de que las delgadas lucen mejor la ropa. Podría decirse que su debut en el mundo de la moda tuvo lugar al poco tiempo de estallar la polémica suscitada en las pasarelas más reconocidas de Europa de fomentar la anorexia en las mujeres. Además, cada vez más diseñadores de alta costura se dan cuenta de la cantidad de beneficios que obtienen con los modelos de tallas grandes dentro de la industria, y han comenzado a contratar maniquís plus-size para sus desfiles y anuncios.

Más allá del problema de la anorexia, que ya despertó el malestar entre las oenegés y los políticos, Crystal eligió muy bien el momento para desembarcar en el mundo de la moda, impulsada por Jean Paul Gaultier. El célebre diseñador francés fue uno de los primeros en entender la necesidad de este cambio y convirtió a la exuberante modelo en su musa inspiradora.

Sin tener las medidas que exige la pasarela, Crystal se ha metido en el bolsillo a los medios de comunicación, que ya la han coronado como la reina de tallas grandes.