Si todas las familias tienen sus secretos, la de los Borgia tiene miles. La saga de Gandía es el paradigma de la leyenda, básicamente negra, que además de guerreros insignes como César y doncellas como Lucrecia, dio a la historia dos papas, Calixto III y Alejandro VI. El paso de Alfons y Roderic de Borja (más tarde italianizaron el apellido como Borgia) por la cátedra de San Pedro dejó su huella en los archivos vaticanos. Muchos de los documentos quedaron en secreto.

Ayer fue Jaime de Marichalar el encargado de desvelarlos. El duque de Lugo presidió el acto de apertura de los centenares de miles de folios digitalizados en 600 discos compactos que guardan la memoria de los papas valencianos. Esta es la segunda aparición en público de Marichalar tras el anuncio de su separación de la infanta Elena, tras su encuentro con el Rey en el Museo del Prado.

Jaime de Marichalar ha sido clave en este proyecto. La Fundación Axa-Winterthur que él preside lo ha financiado y según su secretario, Frederic Boix, fue el "deseo" del propio Marichalar el que los llevó a embarcarse en él. En un inicio, la fundación descartó el patrocinio por su "ingente magnitud" y porque "la digitalización de archivos no cuadraba en sus fines sociales", pero según Boix, fue la voluntad del duque, "deseoso de romper moldes y apostar por elementos culturales que puedan aportar algo más que lo convencional", lo que les convenció.

Entre los miles de folios hay documentos familiares y del gobierno, tanto de los Estados Pontificios como de los asuntos espirituales de la Iglesia, así como la política de los Borgia en la evangelización de América y las Cruzadas.