Cantante, periodista, representante... Mario Vaquerizo es un tres en uno hiperactivo. Sorprendente. El espigado marido de Alaska está de promoción, a pesar "del triste momento" por el que pasa su grupo: Susie Pop, la "verdadera Nancy Rubia", de 34 años, se suicidó el pasado noviembre. "Este tercer y reciente disco, Una cita con Nancys Rubias, se ha visto enmarañado con su pérdida, pero las personas mueren cuando se deja de hablar de ellas, y Susie llenó tanto nuestras vidas con su sentido del humor y cariño, que decidimos seguir adelante por ella".

Nancys Rubias nació en el 2004. Su propuesta aúna electrónica, pop, dance y glam. Y desde el principio, el alter-ego de Vaquerizo, Nancy Anoréxica, ha sido su timonel. "Abogo por la delgadez extrema, sí. Que te preocupes por tener un buen cuerpo no significa que estés enferma. Yo no me creo tan importante que por decir que peso 60 kilos midiendo 1,80 influya en la gente; sería infravalorarla. Estoy harto de lo políticamente correcto", afirma.

Vaquerizo apunta su sueño de la infancia: "De pequeño quería ser como John Travolta, cantante. Suerte que no lo hice, porque sería un niño repelente tipo Operación Triunfo y no lo fui hasta los 33 años, cuando ya tienes una madurez real". A los 13, decidió que quería ser periodista. "Me matriculé y terminé la carrera" --explica--, me puse a trabajar en los medios de comunicación y luego acabé haciendo de representante de artistas como Elsa Pataky ha roto con ella hace un mes, y jefe de prensa de actrices como Leonor Walting y grupos como Dover y Fangoria".

Cuando conoció a Olvido Gara (el verdadero nombre de Alaska) tenía 25 años. Al poco tiempo, se casaba con ella en Las Vegas, disfrazado de Elvis Presley.

En el disco Una cita con Nancys Rubias hay estrofas de lo más chocantes en tiempos de crisis: "Soy el rey del consumismo/ vivo para acumular/ Lo que valga da lo mismo/ tengo mucho y quiero más ". "Las letras se hacen al margen de la situación social del momento --se justifica--, y nuestro objetivo no es dar mensajes. En todo caso, el que yo lanzaría es: ante la crisis, ¡vive!".