A sus 38 años, Marta Torné lleva ya 15 en televisión, donde la hemos visto en espacios como 'Hable con ellas' (que prepara su regreso a Tele 5), 'TNT', 'Vitamina N' y en series como 'El internado', 'Gran reserva: el origen', 'Los protegidos' y '39+1'. El miércoles, 15, cumple 12 meses al frente de 'Cámbiame', en el que cada sobremesa, los estilistas Cristina Rodríguez, Natalia Ferviú y Pelayo Díaz transforman el 'look' de los participantes. Un programa en el que Torné ha reído, ha llorado, ha vivido algunos momentos tensos y gracias al que ha podido dar las campanadas... en ropa interior. Para celebrar el aniversario, emiten un especial solidario en el que recaudan fondos para un niño con una enfermedad rara.

Cumplen un año desde el estreno de 'Cámbiame'. ¿Se esperaba que ibar a durar tanto? Pues no... Cuando empezó decía: ‘¡Ojalá vaya bien!’ Y ahora ha pasado un año, me parece poquísimo y quiero que dure mucho más. Se me ha pasado volando.

¿Qué balance hace? ¡Buenísimo! Aunque sea un programa en el que puedes pensar que visto uno, vistos todos, yo creo que hay un gran mérito del equipo, de redacción y de los estilistas, porque no es solo que pones guapa a una persona y se va a su casa, sino que hay mucho más. Hay unas historias muy bonitas detrás. Tenemos un público muy joven y estoy superorgullosa, sin intentar ir de pedagogos, de psicólogos ni de nada, porque se difunden unos mensajes muy necesarios: que la gente joven trabaje, que sean sinceros con sus sentimientos y con sus padres, que tienen que buscarse un porvenir, equivocarse, y no quedarse en el sofá o delante de un ordenador. Eso a mí me gusta mucho.

¿Ese es el secreto del éxito del programa? El éxito es tan relativo y misterioso… En parte, yo creo que se debe a que hay una verdad en todo lo que se cuenta, porque, como se dice, la realidad supera a la ficción. La gente se queda más con las historias que se cuentan que con los vestidos que les ponemos o dónde los pueden comprar. Además, es un programa donde la emoción está muy a flor de piel y luego hay momentos más frívolos y divertidos porque... ¡hay gente tan diferente!

Vamos, que el cambio exterior da paso a uno interior. Claro, porque normalmente cuando alguien se ve en el espejo y no se gusta no es porque es más guapo o más feo, sino porque hay un problema de autoestima. A veces me preguntan qué le cambiaría a Kiko Rivera. ¡Yo no le cambiaría nada, porque veo que está encantado! Cámbiame trata que los participantes se sientan bien, porque estar seguro de ti mismo es lo que te hacer ser atractivo.

Hay gente que piensa que se trata de un programa frívolo. Me parece fenomenal, entonces que no lo vean. Puede parecer frívolo, pero yo creo que no lo es. Lo digo yo, que trabajo dentro, y conozco todo el proceso de la persona desde que hace el casting hasta que se va. Pero hay gustos para todos. Bueno, también hay programas que son más frívolos, es verdad, en los que sale gente muy divertida que necesita un cambio de look o verse de forma diferente. No todos los casos que sacamos son de personas que necesitan ayuda o han pasado por situaciones durísimas en la vida. Sí que hay programas más frívolos y yo los agradezco, porque también hay que distraerse, divertirse y pasarlo bien.

En este año de vida de 'Cámbiame', ¿cuál ha sido su mejor momento? Es difícil elegir, porque yo estoy en un segundo plano, soy como la extensión de la directora…

Pero la hemos visto emocionarse más de una vez. Sí, el programa que hemos grabado para este aniversario es en el que más nos hemos emocionado, porque es muy diferente y especial: es una edición solidaria para recaudar fondos para un niño que tiene una enfermedad rara y ayudarle para su tratamiento en Boston.

También han vivido momentos tensos. Desde una participante que se fue antes de mostrar el cambio a gente que no ha quedado contenta con su nuevo 'look'... Que a alguien no le guste el cambio no es un momento tenso para nosotros, entendemos que cada uno tiene sus gustos. Sí que ha habido algún caso de gente que no ha sido sincera y piensas: ‘¿Para qué ha venido?’ Pero han sido muy pocos.

Les acusaron de que promovían el incesto cuando salieron un chico y una chica, hermanos de padre, y, tras el cambio de 'look', anunciaron que eran pareja. ¿Cómo vivió usted esa polémica? Los temas morales son muy relativos y hay opiniones para todo el mundo. Me supo mal, porque siempre intentamos no ofender a nadie y nuestra intención no era apoyar el incesto. Pero también entendemos que cuando un programa funciona, estás mucho más expuesto a las críticas.

Pelayo Díaz, el estilista que les hizo el cambio de imagen, les apoyó luego en un tuit en el que escribió: "¿Quiénes somos para juzgar? El amor por encima de todas las cosas". Pelayo dio su opinión y ya está.

¿Y cuál es la suya? No apoyo el incesto, pero respeto la libertad de cada uno, tanto de la persona que desea hacer con su vida lo que quiere como de la que le parece que eso es una aberración. Ellos eran hermanos de padre que no se habían conocido hasta que eran adultos... De todas formas, no me gustaría quedarme solo con ese programa después de haber hecho tantos otros. No quiero reavivar el tema.

Usted ha comentado que en 'Cámbiame' a veces tenía que morderse la lengua por el tipo de formato, en el que usted no se tiene que involucrar tanto en los casos. Después de un año... ¿está cada vez más suelta? Sí que estoy más acostumbrada a estar más en el rol que me toca, que es conducir un poco todo esto, y me ha costado, porque estaba más en programas como colaboradora y poniendo mi personalidad, pero la verdad es que me encanta el papel que tengo. Me tengo que morder la lengua, a veces, para no ponerme a llorar y no tener que parar la grabación, porque yo soy superllorona, pero me permiten ser yo misma, eso sí.

Tele 5 hizo un intento de pasar 'Cámbiame' al 'prime time' con 'Cámbiame Premium', aunque no logró las expectativas creadas y lo retiraron. Usted no estaba en ese programa pero... ¿por qué cree que no funcionó? Que yo estuviera o no, no creo que tuviera nada que ver, y menos teniendo a un presentador como Jorge Javier Vázquez. Esas son las típicas cosas que son el misterio de esta profesión, en la que nunca sabes lo que va a pasar. Nosotros hemos hecho también varios Cámbiame por la noche, en el access prime time, y, aunque no fue un fracaso, no fue el éxito que tenemos a mediodía, con lo cual yo estoy encantada con quedarme en nuestro horario. Sobre porqué funciona o deja de funcionar por la noche, pues no tengo ni idea.

El programa les dio la oportunidad de dar las campanadas de Nochevieja en Tele 5, y con un 'look' muy peculiar… en ropa interior. Sí, entiendo que se hablara de eso, aunque me da un poco de rabia, porque solo salimos 20 segundos en ropa interior. Era la manera de mostrar que no tenemos complejos y cada uno es como es: Natalia [Ferviú] con su delgadez, yo con mis curvas… Fue como una canallada, y el resto del tiempo, que íbamos con esos vestidos superbonitos, quedó en segundo plano, pero tampoco le doy más importancia.

Y eso que usted había tenido alguna escena subida de tono en 'El internado'. Allí se me vio el pecho y no tuvo tanta repercusión como cuando salí en ropa interior. Al final, en la serie, casi iba más tapada que llevando un bikini. Son cosas que pasan...

Sigue rodando 'Cámbiame'; la hemos visto en la tele de pago en la miniserie 'The night manager' ('El infiltrado'), con Hugh Laurie; ha escrito un libro, 'Marta & Rufus'; ha estado haciendo teatro, 'El ministro', con Carlos Sobera... ¿Tiene más proyectos? De la función con Carlos Sobera me queda algún bolo, pero ya estamos acabando. Sí que tengo algún proyecto de teatro para el año que viene. Estoy supercontenta y ojalá salga, porque es un reto para mí, me tocará hacer algo que no he hecho jamás. Pero con tranquilidad, porque hacer el programa me quita mucho tiempo.

Y hace todo eso, yendo a todas partes con un táper, porque es alérgica al marisco, no digiere bien el gluten y tiene problemas digestivos, además de ser asmática, tener piedras en el riñón, pies planos, escoliosis y el tabique desviado. Sí, es que tengo muchos problemas de intolerancias y de alergias, y al final me curo en salud y me voy con el táper a todas partes.